Desde hace siete años, Fundación Fidal, a través de una iniciativa denominada Centro de Formación para el Futuro, capacita a jóvenes de todo el país en su Escuela de Liderazgo, proveyéndoles de una formación basada en valores, pero también en el conocimiento de la realidad nacional e internacional, técnicas de comunicación, fortalecimiento del manejo del idioma, trabajo en equipo, resolución de problemas y otras tantas destrezas que despierten o fortalezcan su liderazgo.
Como en toda Escuela, hay tareas individuales y colectivas que deben cumplir, propuestas que pueden presentar, iniciativas que se discuten con el grupo. El hecho de encontrarnos en un año electoral, motivó la posibilidad de crear y planificar lo que sería una VISIÓN 2030, con la idea de evadirnos del inmediatismo y de una visión de corto plazo para pensar en el Ecuador en el que les gustaría vivir.
Para ello, como es necesario, se partió de la organización de los grupos, el reparto de las áreas de trabajo, así como del análisis de la situación actual y los antecedentes que han ocasionado esas situaciones. Los ejercicios fueron válidos y arrojaron interesantes resultados en áreas diversas que tocan temas claves como la educación y la salud, la política económica y laboral, la preocupación por el ambiente, la política energética… en fin todos aquellos que pueden muy bien ser parte de un plan de gobierno coherente y realista, pensando en el bien común sobre toda otra consideración.
Al ser un año electoral, lo lógico es que este documento, con todos esos trabajos, elaborados concienzudamente, sean acogidos por los candidatos presidenciales y sus equipos, para que consideren estas aspiraciones de los jóvenes ecuatorianos en su planificación y en sus estrategias de gobierno. Pero también revisten importancia para los legisladores por la implicación y la necesidad de ajustar el marco legal a la planificación que debe ejecutarse.
De ahí la importancia de la reunión prevista, los candidatos no deben pensar que es una más, sino una en la que tendrán la oportunidad de conocer esas aspiraciones procesadas con metodología, con esfuerzos colectivos, de los jóvenes líderes ecuatorianos, de una generación que está ansiosa por participar porque sabe que en las decisiones políticas se juega mucho de su futuro.
Lo que quieren los jóvenes es un país viable, seguro, con oportunidades de trabajo, equitativo, con calidad de salud, de educación, de vida. Las preocupaciones por el ambiente son manifiestas, a través de la búsqueda de la sustentabilidad en la solución de las necesidades energéticas y de consumo responsable.
Otro de los aspectos relevantes es el tema de la inclusión, que cada vez reviste mayor importancia. La diversidad cultural, la valorización de las raíces en las que se reconocen, forman también parte de esta VISIÓN 2030 que los jóvenes del Centro de Formación para el Futuro le ofrecen al Ecuador.