Algunos acontecimientos importantes han sido destacados por varios medios de comunicación y revistas científicas en el 2011, de los cuales cuatro resultan clave en el análisis del conocimiento mundial y en los futuros desafíos desde el punto de vista de la filosofía de la ciencia.
El primero es el descubrimiento del planeta extrasolar Kepler 22-B, situado a 600 años luz, con características similares a la Tierra, aunque 2,6 veces más grande, y lo más interesante, podría albergar vida. El segundo, la incuestionable evidencia de que Marte tuvo agua hace millones de años, pues el agua es el sustrato de la vida hasta donde sabemos. El tercero, la continuidad del programa SETI (Allien Telescope Array), que busca vida extraterrestre, y todo apunta a que sí se la puede encontrar. El cuarto, el descubrimiento de la partícula Bosón de Higgs, que permite aclarar el origen de la masa del universo, es decir, la base de la materialidad de todo cuanto conocemos.
Viéndolos en conjunto, estos descubrimientos son el sustrato material para entender nuestra posición en el universo y la función que tenemos en él como seres vivos de la Tierra. Lo más probable es que no estamos solos en el universo, lo cual rompe paradigmas, dogmas, religiones y creencias que postulan lo contrario.
También se han dado aportes científicos con respecto a los individuos con VIH, a quienes si se los trata con antirretrovirales en el 96% de los casos no transmiten el virus. Esto refuerza las acciones preventivas sobre el contagio y propagación de esta letal enfermedad. Además, se destaca el diseño de una vacuna contra la Malaria, que durante décadas se la ha estado buscando. La vacuna, en su primera versión, ya ha mostrado producir inmunidad en la mitad de niños entre 5 y 17 meses, lo cual abre la puerta para utilizarla de forma masiva en 2015.
Entre otros hechos científicos destacados del año anterior están: El control genético del envejecimiento, el bloqueo farmacológico de una proteína clave en la regeneración del cáncer de pulmón, o el conocimiento que da sustento a la evolución, de que los seres humanos tenemos genes de ancestros homínidos de hace miles de años.
Asimismo, es notable el descubrimiento de que tres grupos de bacterias enterocolíticas dominan la población humana interna en el llamado microbioma, pues facilitará su desciframiento. Incluso estamos a las puertas de hacer tambalear la teoría de Einstein, al descubrirse que los neutrinos viajan a mayor velocidad que la luz.