En el lapso de cuatro días, la afición y el fútbol ecuatoriano vivirán dos finales espectaculares.
La primera de ellas, esta noche (19:15) en el estadio Nacional de Santiago de Chile, ahí conoceremos quién es el campeón de la Copa Sudamericana, mientras que este sábado (12:00) el estadio Atahualpa será una vez más testigo de otra final del campeonato ecuatoriano.
Universidad de Chile es el favorito para levantar el trofeo continental, merced a su espectacular e importante victoria conseguida la semana anterior en la Casa Blanca (0-1). En aquella fría noche quedaron en evidencia dos aspectos: Liga luchó y combatió, el cuadro chileno pensó y administró de manera correcta el esférico, por otro lado, la visita exhibió gran dinámica y velocidad basado en la juventud de su plantel, Liga reflejó lentitud y cansancio con una plantilla que lamentablemente, para sus intereses, envejeció y requiere un recambio urgente.
No sería justo, reconocer todas las satisfacciones que este plantel le ha dado a su hinchada, el prestigio y reconocimiento ganado ha sido en base a planificación, trabajo, esfuerzo y, sobre todo resultados, que en el fútbol es el tema más importante. Disputar esta final es todo un mérito, en un año con demasiados altibajos, que poco a poco lo llevó a postergar la aspiración de conseguir otro título a nivel nacional, para centrar todo el esfuerzo en la Copa Sudamericana.
Al margen del resultado del partido de esta noche, como ecuatoriano me aferro al milagro de que Liga revierta el resultado y pueda en Santiago abrazarse una vez más con la gloria, la objetividad me hace pensar que va a ser muy complicado, en todo caso con este compromiso se bajará el telón a un ciclo exitoso e inolvidable.
El fútbol, como la vida tiene un principio y un final. Para varios de los “héroes” de Liga, ese final está próximo y es de sabios determinar el momento del adiós. Sería espectacular cerrar este ciclo con otro éxito a nivel internacional, pero si no es así, algunos guerreros deberán programar su retiro para la próxima temporada.
Todo está preparado para que esta noche en el “Coloso de Ñuñoa” se viva una fiesta azul. El equipo que dirige Jorge Sampaoli desea rubricar una campaña sin precedentes, con una racha impresionante, invicto en más de treinta partidos. Argumentos, solidez en todas las líneas, respeto por la pelota y el espectáculo, velocidad y contundencia convierten a la U. de Chile en el gran favorito para conseguir por primera vez en su historia un título en el plano internacional.
El Deportivo Quito, al igual que el equipo “araucano”, por su formidable victoria en condición de visitante ante Emelec (0-1) es el gran favorito para sumar su quinta estrella en la historia de los campeonatos nacionales.
“Chullas” y “millonarios” han transitado caminos diferentes durante la temporada. Emelec de más a menos.
Una primera etapa que ganó con autoridad y fútbol de categoría. Los problemas empezaron con el alejamiento del técnico Omar Asad, la dirigencia pecó de ingenuidad al no haber blindado el contrato con el estratega argentino.
Juan Ramón Carrasco nunca consiguió llegar con su mensaje al plantel y por el contrario generó enfrentamientos, otra vez los dirigentes con una actitud pasiva permitieron la llegada de jugadores que solicitó el técnico uruguayo y que el tiempo demostró que no fueron aporte alguno, finalmente la comisión directiva despidió tardíamente a Carrasco y entregaron la conducción del plantel a Marcelo Fleitas, a quien le sacaron el uniforme de jugador, para que haga su debut como director técnico, mucho riesgo y demasiados despropósitos para una dirigencia que inexplicablemente perdió la coherencia y el equilibrio que siempre fue parte de su patrimonio.
En Deportivo Quito, en cambio, sucedió todo lo contrario, una primera etapa que sirvió para percatarse de que con la conducción de Fabián Bustos y el aporte extranjero no se podía redondear todo el esfuerzo e inversión de los directivos, rectificaron sobre la marcha, apostaron a un entrenador de prestigio, con experiencia, con temperamento y capacidad para llegar a grandes objetivos, Carlos Ischia.
Los resultados están a la vista, ganó la segunda etapa del torneo de punta a punta, el estratega bonaerense sacó provecho de las individualidades para sumar a lo colectivo, respaldó a jugadores jóvenes que terminan siendo figuras, caso de Fidel Martínez, recuperó a otros que no habían tenido mayores oportunidades y logró afianzar un plantel al que transmitió actitud y mentalidad ganadora.
La victoria del domingo anterior en el Capwell ratifica el sendero que cada uno ha recorrido en la temporada. El cuadro de la “Plaza del Teatro” al igual que la U. de Chile tiene las mejores opciones para lograr el objetivo trazado, solo quedan noventa minutos, pero esto es fútbol y mientras no se juegue hasta el último segundo cualquier cosa puede pasar, la historia precisamente está para escribirla con sacrificio, entrega y amor. El fútbol es impredecible y hermoso, por algo es el “rey de los deportes”.