La litiasis renal, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis, es una enfermedad causada por la presencia de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres, vejiga). Según el lugar donde se forma un cálculo, el riñón o la vejiga, se puede denominar cálculo renal o cálculo vesical, respectivamente. Es una afectación que ocurre en más del 10% de la población, en la edad media de la vida y más frecuentemente en los hombres. Predomina en personas con hábitos sedentarios o en personas con gran exposición al calor.
¿Y qué podemos decir de la composición de los cálculos?
Formados por oxalato cálcico, fosfato cálcico, o la mezcla de ambas sales, es la composición más frecuente Las causas de su producción pueden ser: beber poca agua, exceso de calcio en las comidas o por herencia familiar.
Los cálculos de ácido úrico son menos frecuentes Los cálculos de fosfato amónico magnésico son muy agresivos en su crecimiento. Los cálculos de cistina aparecen en la infancia si existen enfermedades asociadas con alteraciones del metabolismo de la cistina.
Síntomas de litiasis renal
Son variables, dependiendo del tamaño, composición y de la situación de los cálculos en el aparato urinario.
Cólico nefrítico: Dolor, a veces muy intenso, que se produce por el taponamiento de la salida de orina del riñón, que aparece en la zona lumbar o espalda baja y se irradia hacia el abdomen anterior y hacia los genitales. Es un dolor intermitente, que se asocia a náuseas, vómitos, sudoración y sensación de hinchazón abdominal.
Hematuria: Aparición de sangre en la orina. Los cálculos renales pueden ser causa o consecuencia de infecciones frecuentes de la orina.
Prevención
La corrección de los eventuales excesos de aporte de calcio, fosfato, oxalato y purinas, medidas dietéticas generales, como el incremento en la ingesta de líquidos, preferentemente agua (la primera y más simple de las medidas para prevenir la enfermedad litiásica), seguir una dieta no superior a 2.000 kilocalorías (kcal), con poca sal, limitando las proteínas animales, los azúcares y el alcohol.
Diagnóstico
Análisis rutinario de orina. Los cálculos que producen dolor, en general, se diagnostican por los síntomas del cólico renal, junto con dolor de la zona lumbar e ingle.
El 95 por ciento de los cálculos situados en el uréter se expulsan espontáneamente en tres o cuatro semanas, dependiendo de su tamaño y posición. Cualquier cálculo no expulsado en 2 meses requiere una actuación terapéutica.