Con este juego de palabras quiero expresar lo que ha significado hasta el momento la temporada para LDU. Antes de continuar debo reconocer y es justo valorar todo lo que este grupo de jugadores le dio al club, a la hinchada y todo lo que los directivos con planificación, capacidad y trabajo le brindaron a la institución. Notable, espectacular, sin precedentes en nuestro fútbol; simplemente histórico.
Pero el fútbol como la vida no se detiene, el show debe continuar y la falta de memoria en este deporte parece ser patrimonio de muchos, lo que antes fue calificado como éxito, lo cambiamos con facilidad por el fastidioso término de fracaso. Los que ayer fueron héroes, vitoreados y aplaudidos, elevados a la condición de semi-dioses, hoy con la misma facilidad han pasado a convertirse en villanos. Así es el fútbol, así es la vida. Todo tiene un principio y también un final.
La presente temporada ha sido especial para los “albos”, luego de todos los éxitos alcanzados en los últimos años a nivel local e internacional, particularmente la hinchada, esperaba continuar con las vueltas olímpicas y sumando trofeos a una vitrina generosa en cantidad y calidad, sin tomar en cuenta que los años pasan, que el rendimiento no es el mismo, que los jugadores no son máquinas, resulta difícil y duro especialmente para los hinchas aceptar que un ciclo que fue exitoso se va poco a poco apagando.
Por otro lado, está la capacidad de análisis de dirigentes y técnicos para con mano firme y muñecas hábiles aceptar primero la realidad, para aquello se requiere madurez y sensatez, y proyectar el recambio necesario de cara al futuro. Por fortuna, en Liga todo esto se puede llevar adelante con un equipo que sigue siendo protagonista dentro y fuera del país, que si bien es cierto los resultados hasta hoy determinarían que la suerte está echada en el Campeonato Nacional, me refiero al objetivo de conseguir otro título, sin embargo, “pelea” la opción para clasificar a Copa Libertadores, mientras en la Copa Sudamericana ya está entre los ocho mejores del continente.
No es menos cierto, que este plantel está lejos de aquel, que en el 2008 se coronó campeón en la Libertadores. La base del equipo es la misma aunque ya no tiene un funcionamiento similar, el aporte extranjero, salvo Barcos, no hace diferencia.
El equipo ha puesto de manifiesto una irregularidad que antes no mostraba, es capaz en la misma semana de derrotar al puntero -D. Quito- y restarle la condición de invicto y tres días después caer con el colista y casi descendido Espoli. Cruza con facilidad la delgada línea del sueño a la pesadilla. Como reza la letra del tango, este equipo, es hoy una promesa, mañana una traición. En resumen no ofrece ninguna garantía. Es que Liga, ya no liga.
El fútbol atildado, la expresión moderna de velocidad, precisión y contundencia ha sufrido un importante deterioro, las líneas se han debilitado, y por qué no decirlo también la suerte que en muchas ocasiones se vistió de “blanco”, hoy le gambetea.
Lesiones y más lesiones no le han permitido a Edgardo Bauza contar con plantel completo y esto ha puesto en evidencia que no es el súper equipo que muchos creían, y que como en todos los planteles, hay titulares y suplentes; cuando los primeros no están, se resquebraja el funcionamiento.
Ha llegado el momento de pensar en el recambio, la historia guardará para siempre los nombres de aquellos que la escribieron con letras de oro, pero como mencionaba, en la vida y en el fútbol, todo tiene un ciclo y para muchos el final está próximo.
Todavía restan ocho jornadas para bajar el telón del presente torneo nacional y Liga seguramente no bajará los brazos hasta el final, la historia y su estirpe la obligan a luchar hasta el último momento, si el título se le escapa, habrá que “salvar” el año al menos clasificando a un evento internacional. En la Copa Sudamericana. ¿le alcanzará con la experiencia para levantar otro trofeo? Son interrogantes que solo el fútbol despejará. Será que Liga, liga el fútbol al que acostumbró a su seguidores para volver a ilusionarlos o simplemente en esta temporada Liga, ya no liga.