La derecha política, los desertores, la seudoizquierda, la “prensa independiente”, sus frustrados columnistas y los soterrados conspiradores, con su intensa compaña de difamación contra la administración pública, engrandecen el liderazgo de Rafael Correa porque no es posible ocultar y silenciar la vasta obra, social, educativa, vial, de vivienda y de respeto a los derechos humanos, que avanza indetenible en beneficio de los ecuatorianos abandonados por los gobiernos anteriores.
Como no surten efectos los plantones y los calificativos contra el Primer Mandatario de omnímodo, prepotente, insultador y de irrespetar la libertad de expresión, se promueve la creación del movimiento “Concertación”, incluidos los mismos rostros de la extinta partidocracia, en procura de una ficticia unidad sobre la base de un candidato único para la contienda presidencial de 2013.
Es evidente el temor de los rezagos de la partidocracia. Ejercitan estrategias para boicotear la consolidación del socialismo siglo XX. De un lado, el MPD, en vergonzosa actitud, manipula a estudiantes para armar bochinches callejeros, pero esa vieja estrategia de la bullanga pública para amedrentar a los gobiernos ya no funciona, porque el pueblo ha comprendido que ese no es el camino para resolver los problemas que aquejan al país. Y de otro costado, los politicastros sortean nombres de pelucones millonarios, banqueros y ex deportistas de escasa preparación, en busca del candidato único presidencial. Y como parte de la angustia de los perdedores, la prensa “independiente”, aliada de la oligarquía, mantiene inalterable su línea: manipulación de los sucesos, amplia cobertura a los protagonistas de la oposición y el silencio de las grandes obras de la Revolución Ciudadana.
Estamos viviendo la época del cambio; con la guía de un auténtico líder, Rafael Correa. Es grande, porque piensa en la grandeza de los ecuatorianos; es inteligente, porque ha hecho lo que otros gobernantes no hicieron en su oportunidad; y es valiente porque arriesga su vida por los demás.
No olvidar que la altivez en la crítica y el debate público contribuyen a descubrir yerros y a buscar soluciones en provecho de la patria y sus habitantes. Se recuerda a los periodistas “independientes” que una prensa malintencionada puede causar una conmoción social y que es tiempo, por el bien del país, de enderezar rumbos.
La etapa del cambio y de la reivindicación se ha inaugurado en beneficio de los mayoritarios sectores marginados. Es indispensable promover una orientación cívica para que los ecuatorianos comprendan la realidad y adopten posiciones acertadas.