La teoría del liderazgo carismático se aplica a las situaciones de crisis. La raíz griega de la palabra carisma describe un regalo divino que se puso claramente de manifiesto en líderes religiosos como: Mahoma, Buda, Calvino, Confucio y Jesucristo. Pero en 1947, el sociólogo Max Weber expandió esta definición para incluir líderes que derivan su poder de habilidades excepcionales.
Si el énfasis en lo místico fue apropiado para la Iglesia, el cambio hacia un liderazgo carismático y laico revolucionó la percepción de la figura de autoridad, de alguien racional y orientado al cumplimiento de la ley, hacia alguien que busca un cambio social innovador. Y fue rápidamente usado en la esfera política, donde la marca de un buen político llegó a ser su rechazo para aceptar el statu quo y su promesa de cambiar el sistema.
La investigación nos indica que carisma no es simplemente un análisis de los atributos y el comportamiento del líder, sino que debe ser considerado junto con teorías contingentes y la importancia de los factores situacionales en el uso de sus atributos.
No se ha demostrado si la crisis cambia el comportamiento del líder o cambia la percepción de sus seguidores sobre este. Por lo cual no se puede establecer las condiciones limitantes de un liderazgo carismático y su efectividad bajo situaciones de crisis. De hecho, se puede demostrar cómo la crisis afecta el comportamiento del líder, más que la percepción de sus seguidores. Más aún, está probado cómo la crisis puede disminuir el liderazgo. En situaciones de mucho estrés, la crisis puede empujar a los líderes más allá de su nivel óptimo, a una situación de angustia, resultando en un muy pobre liderazgo.
La crisis da la oportunidad al líder para mostrar su comportamiento carismático. La incertidumbre y ambigüedad de la situación, contribuye a que el líder aumente su habilidad de ser carismático, así como para ser innovador y desviarse de lo que pasa y crear una solución. Una situación tumultuosa da al líder una razón para construir y mejorar el soporte de sus seguidores.
Yo no quiero calificar a ninguno de nuestros líderes ante la crisis sanitaria que estamos viviendo; solo establezco la teoría de lo que debería ser. (O)