Cuando hace unas semanas se conoció que más de cinco mil choferes profesionales conducían sin una licencia legalmente obtenida, la noticia generó gran impacto y preocupación. Se infería automáticamente que ésta sería una de las causas importantes de la gran mortalidad por accidentes de tránsito en el Ecuador.
Por otro lado, sorprendentemente, recién desde hace 4 años, el Ecuador ha puesto en marcha un proceso de licenciamiento médico o de “habilitación profesional”. Es decir por 184 años de vida republicana, los médicos ejercieron sin una licencia médica concedida ex profeso para su ejercicio profesional. En una profesión de tanta trascendencia y responsabilidad social es insólita esta omisión que apenas empieza a corregirse. En efecto, de los casi 50 mil médicos en el Ecuador apenas el 20% tiene una habilitación profesional y son solamente los nuevos médicos, a partir de diciembre de 2014, que se someten a un examen de habilitación profesional, los que obtienen tal licencia de ejercicio profesional si han aprobado el examen. Lo penoso es que, a pesar de que el examen es muy sencillo si se lo compara con otros exámenes de este tipo a nivel mundial, los resultados son muy malos. Apenas dos terceras partes de los examinados lo aprueba. Quiere decir que en cada grupo, una tercera parte de los postulantes no logra su habilitación profesional. Ello habla de una paupérrima preparación en su educación médica. El problema es muy grave porque miles de nuevos médicos no logran su habilitación y un grupo de ellos trabaja sin estar habilitado, es decir, comienza una situación de ejercicio profesional clandestino e ilegal. Todos los médicos graduados antes de 2014 ejercen sin una licencia profesional específica pues hasta entonces el disponer de un título universitario de médico era habilitante para la práctica médica, sin un examen o mecanismo de comprobación de competencia. Aunque sería difícil e injusto examinar a los médicos que ejercen legalmente sin una licencia desde hace muchísimos años y excluirlos de su ejercicio por no rendir un examen, es imprescindible el mejorar su nivel de conocimiento y asegurar su actualización por un sistema de mantenimiento de su licencia a través de educación médica continua, verificada por el Estado. Problema serio que merece atención y solución. (O)