El aparecimiento de siete libros sobre el gobierno de Rafael Correa, a los que se suman dos más de Guillermo Lasso, no es pura “coincidencia”.
Lasso escribió “Cartas a mis hijos” (2011, 235 p.) y “Otro Ecuador es posible. Un sueño al que todos podemos aspirar” (2012, 201 p.) para promocionar su candidatura presidencial y contar su visión sobre el país y sus propuestas de retroalimentación del modelo empresarial de desarrollo.
Daniel Granda publicó “El hiperpresidencialismo en el Ecuador” (2012, 417 p.), con fundamentaciones teóricas, pero cuya tesis central paradójicamente ha encantado a las derechas del país y sin duda a sus candidatos, que la repiten a diestra y siniestra.
Eduardo Ruilova, un ex dirigente socialista, publicó “Falsa Revolución” (2012, 592 p.), destinado a demostrar que con Correa ni hay revolución ni, peor, socialismo.
Pero varios medios de comunicación privados han sido más que generosos a la hora de elevar a categoría de estudios serios, académicos y hasta “científicos”, a cuatro obras: “Dictaduras del siglo XXI. El caso ecuatoriano” (2012, 222 p.), de Osvaldo Hurtado; “El doctor infierno y sus demonios. Crónica del fracaso socialista” (2012, 688 p.) de Marcelo Dotti; “¿Cómo lo sacamos? Una vía democrática para salir de la dictadura” (2012, 214 p.), de Carlos Vera; y el reciente “Revolución ciudadana. Tanto… para tan poco” (2013, 297 p.), de Pablo Lucio Paredes.
Las derechas escribiendo libros sobre Correa y dos autores de “izquierda” acolitando similares tesis en un momento histórico marcado por las elecciones de 2013 y, además, todos ellos apuntando a demostrar que Ecuador vive un régimen antidemocrático, dictatorial, nada revolucionario y con logros económicos y sociales cuestionables, da cuenta de los propósitos políticos en juego y de su toma de posiciones.
Y eso que O. Hurtado y P. Lucio Paredes por lo menos fundamentan sus hipótesis con datos y hechos de conjunto y no con cualquier cosa que calce a satisfacción de las meras opiniones; pero, igual que todos, ajustan criterios preconcebidos, que enseguida también han sido apropiados y publicitados por derechas y opositores.
Al menos contrasta el libro “Rafael Correa. Balance de la Revolución Ciudadana” (2012, 430 p.), compilado por Sebastián Mantilla y Santiago Mejía, que es la única obra escrita con visión pluralista, aunque también están allí autores que comparten plenamente la visión política de quienes escriben los libros anteriormente descritos.