El 3 de mayo en 1993 fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa por la Asamblea General de las Naciones Unidas, al seguir la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO. Desde su proclamación, el mundo es testigo de avances sustanciales hacia la consecución de una prensa libre y la libertad de expresión en todo el planeta.
Según establece el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la libertad de expresión es un derecho fundamental: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión". Los Días Internacionales nos dan la oportunidad de sensibilizar al público en general sobre temas de gran interés.
La fecha es la mejor oportunidad para honrar, defender y recordar a los gobiernos y todas las funciones del Estado, la necesidad de respetar su compromiso con la libertad de expresión y prensa. Para los ecuatorianos no fue tarea sencilla salir de una ‘’ley mordaza’’, gestada en el gobierno de la década pasada como instrumento atentatorio a la libertad de expresión que buscó acallar a la prensa.
A través de la Ley Orgánica de Comunicación de la época, por citar tres ejemplos: se determinó que la comunicación deja de ser un servicio para convertirse en un "servicio público", lo que implicó ser sometida a controles, permisos y regulaciones; nacieron nuevos organismos de control. La Superintendencia de Comunicación y el Consejo de Regulación, organismos administrativos y no judiciales, tenían "facultades de sanción y de supervisión de contenidos y opiniones, así como de retiro de frecuencias". El expresidente elegía a los responsables de estos entes.
El artículo 26, ‘’linchamiento mediático’’, prohibió que "de forma concertada y reiterada" se intente "desprestigiar a una persona o reducir su credibilidad". Hecho curioso, al tener en cuenta qué, solamente en 2009, se calcula que el ex presidente insultó al menos 170 veces desde su programa de televisión de los sábados.
Gracias al trabajo de la sociedad civil, gremios, periodistas, academia y voluntad política del ex gobernante Moreno y del presidente Guillermo Lasso, se consiguió eliminar del marco legal ecuatoriano, algunas normas o leyes que criminalizaban la libertad de expresión. Aún quedan algunas piezas sueltas…
El 14 de noviembre del 2022, en el segundo suplemento del Registro Oficial 188, se publicó la ley orgánica, emitida por la actual Asamblea Nacional con la cual se reformó la Ley Orgánica de Comunicación. El gobierno de Lasso consideró que el veto mixto que aplicó al texto original fue la mejor opción. En esa oportunidad, el mandatario llamó a todos los ecuatorianos, especialmente a la prensa, a proteger la libertad que se consagra con esta norma, al destacar que es una ‘’victoria’’ que no pertenece solo al gobierno, sino "a todo el Ecuador democrático"
Es también un día de reflexión entre los profesionales de los medios de comunicación sobre cuestiones de libertad de prensa, ética profesional, concienciar sobre los problemas de este derecho y rendir homenaje a los periodistas que perdieron la vida en el cumplimiento de su deber, así como a aquellos que debieron abandonar el país para precautelar su humanidad ante amenazas de fuerzas obscuras.
La multiplicación de medios de comunicación a través de plataformas o distintos formatos, así como el auge de las tecnologías digitales, permiten la libre circulación de la información, no es menos cierto que la libertad de los medios, la seguridad de los periodistas y la libertad de expresión sufren cada vez más ataques, afectando el cumplimiento de otros derechos
A la par crece la desinformación e información errónea tanto en línea como en otros medios, con graves consecuencias para las instituciones democráticas, el Estado de Derecho y los derechos humanos. Consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el derecho a la libertad de expresión es un requisito previo y la fuerza impulsora para el disfrute de todos los demás derechos humanos.
A propósito de cumplir tres décadas, nos debe llamar al razonamiento para lograr que la libertad de expresión sea el eje transversal de la vida de los pueblos y naciones, así como unos medios de comunicación independientes, pluralistas y diversos, donde la visión crítica de los medios de comunicación también incluya la visión crítica de las masas –concepto amorfo que abarca el infinito caleidoscopio de necesidades, valores, experiencias, creencias y –por supuesto- de opiniones, de los individuos, subrayando como telón de fondo la dinámica conflictiva del proceso de igualdad al que aspiran las sociedades democráticas.
La UNESCO, organismo de las Naciones Unidas, tiene el mandato de promover “la libre circulación de ideas por medio de la palabra y de la imagen”, instrumentos que brindan al ser humano la condición diferencial que lo distingue, y que resulta manifestación del pensar y del querer, la posibilidad del convencimiento, la explicación del apetito, la excusa de la falta, el órgano vivo del cerebro, del corazón y de la voluntad.
En esta oportunidad, New York será la sede donde se entregue el Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO-Guillermo Cano-establecido desde 1997 -que rinde tributo a una persona, organización o institución que haya contribuido de forma notoria a la defensa y/o la promoción de la libertad de prensa en cualquier lugar del mundo, porque la palabra es el poder del espíritu sobre la violencia.