El país vio cómo se incubaba un pacto de ruindad para captar la presidencia de la Asamblea. El partido Social Cristiano había acordado unir sus fuerzas a las del movimiento correísta -UNES-, con la complicidad de CREO, para que un legislador del PSC, en este caso, Henry Kronfle, se haga con la Presidencia de la Asamblea. El trasfondo del turbio acuerdo era el que se garantice la gobernabilidad de Guillermo Lasso y, a cambio, se construiría las condiciones para la impunidad de los personajes afines a Rafael Correa y del propio prófugo ex-Presidente. Esta barbaridad es una expresión nítida de aquello que la gente decente repudia: “el fin justifica los medios”.
Lo cierto es que CREO estaba participando de esta iniquidad y, obviamente, el Presidente electo, Guillermo Lasso lo sabía y lo había aprobado. No es que, pobrecito, no lo sabía y lo hicieron a sus espaldas. Este es un pésimo signo de falta de ética política y de incomprensible ineptitud de quienes son cercanos a él y, o lo aconsejaron pésimo o no fueron eficaces en disuadirlo antes de que yerre.
Al conocerse el bodrio, la reacción de la gente de bien fue intensa y explosiva. Periodistas de fuste y reconocida trayectoria lo repudiaron. No podía entenderse el pacto infame. No podía aceptarse la traición de CREO a los millones de ecuatorianos que ejercieron un claro voto anticorreísta y que fuera determinante para el triunfo de Lasso, particularmente en la Sierra y el Oriente.
Del partido Social Cristiano es posible esperar estas acciones. Ya fueron protagonistas del “pacto de la regalada gana”; sin embargo, del partido de Guillermo Lasso no era posible esperar esta actitud repulsiva.
Ventajosamente la reacción de la gente de bien fue lo suficientemente expresiva para remover la conciencia de Guillermo Lasso y sus legisladores y hacer lo obvio: abstenerse de participar en el pacto ruin. Que la abstención haya fracturado la alianza de CREO con el PSC es un precio justo por recuperar la ética. La gobernabilidad no puede ser motivo para ceder ante el chantaje y eso debe entenderlo el señor Lasso y su partido.
No conocemos aún el desenlace. Al momento de escribir este artículo se perfila la candidatura de Marcelo Cabrera para presidir la Asamblea con el voto de todos, menos los de UNES y PSC, presumiblemente. Ojalá así ocurra. Lasso y CREO se lavaron la cara, a medias. Esperamos que no se les vuelva a ocurrir ideas extrañas.