En un camino de subidas y bajadas Nebot se encontró con Lasso. Se miraron de frente, mirada fuerte, de reclamos y cuchillos. Nebot le jala las orejas a Lasso. Lasso saca una espada y pretende cortar la mano de quien ha osado tocarlo. De lejos mira la muerte. ¿Qué vendrá después de este encuentro? Se han hallado, se encontraron; la patria grande es patria chica. La patria no es suficiente para dos dioses y demonios. ¿Qué será de nuestras vidas? El tiempo transcurrirá viendo el drama de los poderosos. Tanto bien que pueden hacer juntos. Correa es la muerte que espera a los guerreros debilitándose mutuamente.
¿Quién sabe lo qué viene? ¿Qué es lo qué viene? Nadie lo sabe. Ni el mismo Nostradamus. El gobierno se la está jugando con sus propuestas tributaria y laboral. Ambas propuestas son polémicas. No va a ser fácil su discusión en la Asamblea. El mismo presidente Lasso las está promocionando y está consciente que tal como están las relaciones entre ejecutivo y legislativo se enfrenta a que sus propuestas le sean devueltas. Le falta al gobierno un buen negociador. Alguien que lo acerque a las fuerzas que se ofrecen opositores.
Lo veo sólo al presidente Lasso. No se nota el papel de la Ministro de Gobierno. Se siente la ausencia de César Monge. El presidente Lasso no estuvo preparado para la muerte de Monge. Nadie puede estar preparado ante tal dolor. Lo de Monge fue una tragedia y ninguno de quienes están junto al presidente tiene la calidad y la pasión que ponía Monge en su actividad política.