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El Telégrafo
Edmundo Vera Manzo

Las presas y centrales hidroeléctricas: las maravillas estratégicas del siglo XXI (3)

11 de junio de 2016

Parafraseando a Warren Buffett lo que hacemos en el presente (con nuestras acciones positivas, negativas, pasividad e indiferencia) es lo que determinará cómo y en beneficio  de quiénes funcionarán las presas y centrales eléctricas en el Ecuador dentro de 10, 20, 30 y 40 años. Estas son obras estratégicas maravillosas para el bienestar del Ecuador y la humanidad, creaciones extraordinarias de la ingeniería humana, derechos consagrados en la Constitución para que todos los seres vivos puedan disfrutarlas garantizando su uso para la supervivencia de las futuras generaciones, además de ser  tan rentables  que es insensato e injusto que sus mayores beneficios pudieran llegar a ser de uno o pocos privilegiados. Tomaré la sabiduría de Warren Buffett como referencia para valorar la importancia de las empresas hidroeléctricas como un negocio extraordinario que de comprarlas, no las vendería nunca. Nacido en 1930, desde hace décadas es considerado como el mayor sabio de la compra y venta de acciones, propiedades y empresas en el mundo. Conocido como el oráculo de Omaha, Nebraska, por el lugar donde reside y dirige Berkshire Hathaway, su principal empresa.

Sobre Buffett se han escrito muchos libros, tomaré como referencia principal El Tao de Warren Buffett, la sabiduría de un genio, escrito por Mary Buffett y David Clark. En la página `104 dice Warren Buffett “el inversor de hoy no se beneficia del crecimiento de ayer” y comenta Mary Buffett “Es el crecimiento de mañana lo que hará que el inversor de hoy se beneficie. Si compro un negocio hoy, solo me reportará beneficios en el futuro Y tampoco puedo conseguir dinero del pasado. La cuestión es si se producirá ese crecimiento y si estamos dispuestos a hacer el desembolso. Si la empresa cuenta con una ventaja competitiva duradera, el crecimiento vendrá, pero si se paga demasiado por los títulos, en  realidad lo que se hace es reducir la cantidad de dinero que se percibirá en el futuro gracias a la inversión, lo que reduce la tasa de rentabilidad anual. ?Se gastaría 100 millones en un negocio si solo le va a representar unos ingresos de un millón anual? Difícilmente. En cambio, correría para hacerse con un negocio que costase 100 millones y reportase 20 millones al año. Lo anterior son casos extremos; lo difícil es decidirse cuándo se está en un punto intermedio, pero si quiere ser como Warren, mejor aléjese de  esos casos intermedios y limítese a lo fácil”.

Según Warren Buffett, las empresas maravillosas o fantásticas para invertir deben reunir las cualidades siguientes: las que en el largo plazo su precio no va a caer, sino que va a aumentar;  que tengan una larga historia de rendimiento en el sector;  que todo el mundo utilice su producto;  que no necesitan que un genio las comande o que puedan ser dirigidas por un incompetente y lograr mantenerse; que  no tienen cambios en los componentes de su producto en el  transcurso del tiempo; que no necesitan inversiones en investigación y desarrollo para mantenerse;  que tengan una larga historia de rendimientos  contables; que los empleados y trabajadores sepan qué hacer y no haya escasez de ellos; que su precio no esté sobrevalorado; las que no tienen competencia y son casi un monopolio en el sector en el que se desarrollan; y, que principalmente ofrezcan un rendimiento mínimo de un 20% anual.

Todas esas condiciones cumplen la mayoría de las hidroeléctricas que están actualmente operativas en el país y en especial Sopladora. Su  costo se pagaría entre 4 y 5 años. Se trata de uno de los más extraordinarios y rentables negocios en el mundo, solo superado por la venta de armas y de drogas. Es incomprensible, es una locura venderlas y es una responsabilidad o irresponsabilidad de todos hacerlo. Warren Buffett dice:” Por lo que a mí respecta, el mercado de valores no existe. No es más que una referencia para ver si alguien está dispuesto a cometer una locura”. (O)

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