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En una reciente entrevista, el magnate norteamericano, cuyas declaraciones y argumentaciones despiertan siempre gran interés y han resultado ser bastante acertadas, previene sobre las preocupaciones que afectarán a los más jóvenes y que si bien se mantienen algunas que a las generaciones anteriores nos han inquietado, añade otras sobre las que hay que incidir para evitar que el planeta y sus habitantes tengamos más problemas aún.
Bill Gates se refiere a cuatro preocupaciones que afectan a las nuevas generaciones: se trata de las crisis climáticas, las guerras nucleares, la inteligencia artificial (IA) descontrolada y la expansión de pandemias.
Si queremos abundar sobre los enunciados anteriores, no podemos negar también nuestra preocupación sobre temas que ya los estamos viviendo, como los desarreglos climáticos que ponen en riesgo a los diferentes continentes y afectan sobre todo a las personas más pobres, pero que, además, corren el riesgo de profundizarse por el accionar irresponsable de los seres humanos, los países, los líderes políticos que no miran más allá de sus intereses de momento.
Desde que se descubrió el poder del átomo y se produjeron las fusiones nucleares, la posibilidad de una guerra nuclear es algo que no puede dejarse de lado, más aún cuando esa energía destructiva está en manos de varios países y de líderes de esos países que no vacilan en amenazar con su uso, cuando no se hace su voluntad. Una catástrofe nuclear afectaría al planeta entero, con impredecibles consecuencias.
Sobre la Inteligencia Artificial se ha dicho mucho, se ponderan sus beneficios, la utilidad que presta desde las aulas de clase hasta la programación de nuevos artilugios y elementos, pasando por la seguridad, los servicios bancarios y otros temas que sería muy largo enumerar. Ya varios de los hombres más poderosos del mundo y dedicados también a explorar estos temas, nos han advertido de los peligros que implicaría el descontrol de la denominada IA.
El coronavirus con su enorme virulencia y capacidad de dispersión nos demostró como en cuestión de días, llegó a expandirse por toda la tierra, causando una enorme mortandad que solo el trabajo en equipo a la hora de la fabricación de vacunas pudo enfrentar. Se habla ahora del virus aviar, que se transmite ya al ganado y en algunos casos a los seres humanos, lo que debe poner en alerta a la comunidad científica internacional y a los gobiernos.
Compartimos las preocupaciones de Bill Gates y nos sumamos a la toma de conciencia y alerta universal.