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El Telégrafo
Duglas Rangel Donoso

Las horas

11 de junio de 2019

El tiempo transcurre como un águila viéndonos desde las alturas y como un buitre devorando su presa. Todo aquello que vivimos, grandes cosas o pequeñas  aventuras, unas con nombre y otras desconocidas, todas están sometidas a que empiecen y terminen.

El final está presente en todo. Todo es el tiempo y todos nos dejamos vivir y morir en el tiempo. Si uno se detiene en cualquier sitio o lugar exacto o inexacto  y observa, uno se da cuenta de que el tiempo es un monstruo invencible. El tiempo todo lo resiste y lo derrota. ¡Que alguien me cuente si no ha sido deshojado por él!

Me he sentado sobre la piedra de los deseos a esperar. La esperanza. Tarda mucho en llegar. Ya no viene. Ya no llegará. Se fue. No la iré a ver, ni a buscar. Dejaré que se pierda, se extravíe. Pasarán las horas mientras se cumple mi deseo de ver más. Me refiero a mi destino. Busco mi destino. No sé si me alcance el tiempo para que vengan todos los buenos vientos y transciendan conmigo mientras me cuentan los secretos de la mentira de Dios.  

La vanidad y el tiempo. Es total el tiempo. Nunca duerme, siempre despierto. Pasa y pasa. ¿Cuánto tiempo tengo yo en mi vida? De todo el tiempo que me ha sido dado: ¿Cuánto tiempo tengo para hacer lo que tengo que hacer? La melodía de mi existir corre y a veces en silencio pretendo descubrir qué puedo escribir sin que tú me hagas falta. Vienes; llegas y te vas destino mío a quien no le puedo escribir un romance.

Qué poderosa es la señora Vanidad. Nos posee a todos. Pero qué rara es: los más vanidosos son aquellos seres que más necesitan ayuda. Es la vanidad la ilusión de cada día. ¿Quién nos hace está broma cruel de estar vivos todo el tiempo y luego muertos para todo el tiempo. ¿Eres tú acaso el autor de esa burla  Señor de las sandalias y los soles y la vía láctea y el jugo de mora con empanadas de morocho?

Lo nuevo, que empiece lo nuevo. El triunfo de Carapaz me ha dado alegrías. La sub-20 me hace soñar bien. Al correísmo se le acabaron las horas de su engaño y viene alguien al poder; fuerte como Carapaz y entendedor del juego como nuestra selección sub-20. Esperar. Todo lo nuevo empieza desde lo nuevo. (O)

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