Publicidad

Ecuador, 15 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Las empresas públicas

22 de marzo de 2013

Son evidentes  los resultados enormemente positivos, y el cumplimiento de los objetivos centrales de las políticas macro y microeconómicas y de justicia  social, planificados y alcanzados por el régimen de Rafael Correa en estos seis años  de su mandato presidencial. A pesar de los  infames augurios catastróficos de unos cuantos  hechiceros de la mediocracia, y también  de  errores, fruto de la inercia e inexperiencia  de  funcionarios de segundo nivel en las entidades del aparato gubernamental, se sostiene  un buen nivel administrativo y financiero en dichas empresas.

Obviamente con las  excepciones de  siempre, como la desidia y lentitud en la gestión de ejecutivos en algunas de las eléctricas y  otras, referentes  a operaciones descuidadas  del  Banco de Fomento, el  catastro censo de los aciertos de dichas organizaciones  de propiedad del Estado  es altamente satisfactorio.

No se cumple todavía, en pequeños enclaves burocráticos del sistema  administrativo gubernativo con el ideal “de servicio público  con calidad  y calidez” -ferviente deseo del presidente Correa-; no obstante, los indicadores comunitarios  muestran una mejoría importante en dicha atención, como no sucedía en  muchos lustros. Existe  un mercado interno  dinámico  con  crecimiento sostenido, que ha solventado  la expansión productiva y comercial,   que a su vez  posibilita  una mayor  y efectiva recaudación impositiva. El SRI ecuatoriano  es un ejemplo en la región. De igual manera  se ha logrado liberarse  del  dogal de la deuda externa y de sus tenedores nacionales y del exterior que esquilmaban el tesoro de la nación.

La renegociación de los contratos  con las petroleras internacionales ha sido una tarea patriótica y exitosa, permitiendo que ingentes recursos sean recuperados para el erario nacional y convertidos en  infraestructura: vial, sanitaria educativa, de seguridad, de vivienda y las grandes realizaciones para  la cultura y para la ciencia.
Hoy existen nuevos desafíos. Los próximos cuatro años serán de emprendimientos fundamentales, entre otros, dos: el sostenimiento de las conquistas de la revolución y el desarrollo de la nueva  matriz  productiva, esta última  implica  la expresión de nuestra  soberanía  en todos sus aspectos, es el cambio fundamental en lo humano y lo técnico, y no solamente será  la modificación de las variables  de producción, también supondrá  retos excepcionales   en la conducta ética  de la población y, desde luego, en  el comportamiento moral  de los funcionarios públicos y privados en  la mayor dimensión. Elementos fundamentales, sin duda, serán las exigencias y categoría del empleo de los nuevos tiempos, para que pueda absorber el aumento vegetativo  de la fuerza laboral,  pero -asimismo-,  premunidas de   otra mentalidad y formación, las  generaciones que paulatinamente se eduquen en las  décadas futuras encontrarán los niveles necesarios de  excelencia. Es el porvenir…

Ahora las empresas públicas serán parte sustancial del engranaje de este movimiento revolucionario, que intensificará la actividad económica y social, creará y facilitará   la transferencia científica y tecnológica  al conglomerado nacional y latinoamericano,  y por ello estos organismos asumirán grandes responsabilidades; por tanto, amerita  que se las capacite y se las refuerce en la  concienciación del rol que tendrán que jugar en este proceso vital de cambio y, consecuentemente, debe  propiciarse  el más amplio conocimiento para todos sus integrantes  de las realidades  económicas, sociales y políticas del Ecuador y del mundo.

Contenido externo patrocinado