Publicidad

Ecuador, 04 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Ramiro Díez

Historias de la vida y del ajedrez

La verdad también se inventa

Historias de la vida y del ajedrez
09 de julio de 2015

Los mentirosos, cuando no quieren hacer daño y solo pretenden divertir, tienen su encanto. Pero de todas maneras espero que esta historia no sea real. Por lo pronto, Marco Denevi, quien me la contó empezó diciendo “Yo mismo lo vi con mis propios ojos, yo conocí al asesino cuando yo era joven, él mismo me atendía en el almacén, y nadie podría imaginar que aquel chico tan tímido y bien parecido cometiera tremenda barbaridad.”

Lo que causó tanto sobresalto en aquella época fue que aquel joven querido y respetado por todos, de cabello rubio ensortijado y grandes ojos verdes, y que recibía siempre con agrado cualquier propina humilde, hubiera sido el causante de aquella pesadilla. Él caminaba todos los días la misma ruta desde Avellaneda a Quilmes.

Y en el trayecto, una cuadra antes de llegar al almacén, observaba en un balcón a una seductora mujer que simulaba leer un libro, o contemplaba el paisaje, indiferente al paso de aquel muchacho. Un día, el joven escuchó el rumor de que aquella misteriosa mujer solitaria guardaba en su departamento una gran fortuna en joyas y dinero. Entonces decidió asaltar su departamento en la noche. Armado de una ganzúa y una barra de hierro, logró penetrar al lugar, cuando ella dormía, pero ella despertó sobresaltada y tuvo que matarla. Se tomó un tiempo para revisar cajones, no encontró nada y se fue con las manos vacías, pero con la tranquilidad de que nunca sería descubierto.

A día siguiente, antes de terminar la mañana, la policía lo detuvo en el almacén. Aquel muchacho se quedó sin palabras ante la rapidez y exactitud de la investigación y lo confesó todo, sin atenuantes, pero siempre se preguntó cómo pudo ser descubierto. La policía le explicó que aquella mujer llevaba desde hacía mucho tiempo un diario detallado en el cual lo describía a él, y comentaba cada día que lo veía, la ropa que vestía, la hora en la que pasaba, y las miradas que él le lanzaba con todo disimulo.

Y finalmente aquella mujer relataba, en la fecha de su asesinato, que ese joven al que tanto ella deseaba también le había confesado su amor y que la visitaría esa misma noche en la soledad de su departamento para cristalizar sus sueños.

En ajedrez, también, de las damas se puede esperar más de una sorpresa:

1…DXPjaque;

2 : DxD ; T8A jaque

3 : D1C ; TxD mate.

Contenido externo patrocinado