Una de las innovaciones tecnológicas que está ejerciendo una significativa influencia en las estructuras familiares es la de contemplar la televisión, así como la práctica de videojuegos y la Internet.
La televisión constituye un poderoso medio de enseñanza, pero esto puede ser, para quien la ve, favorable o desfavorable. Por un lado, puede difundir educación, como promoción de salud, propender al desarrollo de conductas favorecedoras de la tolerancia, solidaridad y respeto. Es decir que puede ayudar al desarrollo de estilos de vida convenientes, lo que puede servir tanto para los niños, así como para la sociedad en general.
Pero por otro lado, algunos estudios indican que en niños y adolescentes de 6 a 17 años prevalece la obesidad cuando se dedican mucho tiempo a ver la televisión.
Muchos adolescentes identifican lo que ven en la televisión como un mundo real, en consecuencia, se produce un desarrollo más precoz de relaciones sexuales, con lo que se incrementa el porcentaje de embarazos no planificados y transmisión sexual.
Podríamos aceptar que son los padres y familiares los que pueden guiar a sus hijos para ver los programas convenientes. Pero, además, deben reunirse dentro de las instituciones que tengan relación, como para tratar de obtener, de los medios televisivos, programas que constituyan una orientación muy conveniente, y no solo para los niños sino para los adultos. Asimismo, considero que sería muy importante llegar ante las instituciones de Gobierno, para que inclusive dicten normas encaminadas a que los medios de televisión elaboren programas que sean encaminados a dar las mejores guías y mejor orientación, en general tanto para niños, adultos y para la comunidad.
Los medios australianos, en un reciente estudio científico, mencionan que pasar más de 4 horas diarias frente a la televisión aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Se indica que el problema proviene de la falta de movilidad que impide que el organismo procese de manera adecuada azúcares y grasas.
Conviene limitar que los niños estén frente a la pantalla no más de 1 a 2 horas al día, y no se debe permitir a los niños de 2 años ver televisión.
Los videojuegos son una de la actividades preferidas por los niños, estos videojuegos pueden causar enfermedades, como nerviosismo, ansiedad o timidez.