Es un hecho que la sociedad planetaria experimenta un momento de transición en múltiples dimensiones: la naturaleza, la civilización, la cultura, los aparatos de poder y las relaciones entre grupos sociales planetarios. Como vemos, al menos cinco aspectos sustanciales, en una escala enorme, están sufriendo transformaciones profundas.
Respecto de la dimensión física, la ciencia afirma que se está produciendo un “cambio climático” provocado por el modo de vida de las sociedades humanas y el advenimiento, tal vez, de una nueva era geológica. El cambio climático transformaría los hábitats, debido al crecimiento de los mares, la pluviosidad, las nuevas dinámicas de las zonas de vida y cadenas tróficas. Por ello se habla de la necesaria adaptación a las nuevas condiciones de la naturaleza. Esta adaptación no será de pocos, puesto que solo los seres humanos suman un total de 7.000 millones de individuos. Si no se produce esa adaptación, hay altas posibilidades de que varias especies, entre ella la humana, desaparezca o disminuya.
El segundo campo dentro del cual se produce la transición, es el artificial. Actualmente se desarrolla una revolución civilizatoria tecnológica distinta de las anteriores. La informática automatiza las herramientas de producción y, por otra parte, se ha vuelto una extensión del cuerpo humano. Por primera vez hay una dependencia respecto de la tecnología y a la vez hay más máquinas que seres humanos.
Los ordenadores son hoy la expresión máxima de la eco-artificialidad, dentro de la cual el ser humano sueña con la emancipación definitiva de la naturaleza. Las máquinas son un doble as, porque ellas mismas son mercancías descartables, como descartables son los productos industriales, economía de desechos que promueve el extra consumo y acelera el movimiento del dinero. Por otra parte, ese dinero es cada vez más ficticio, en tanto el capital vuelve a sustentarse en la tierra, aunque también en el conocimiento.
Un tercer aspecto importante, quizás el que defina la forma de adaptación y transición en detrimento de muchos, será el de la política. En esta esfera la novedad podría ser el advenimiento no solo de un nuevo orden político mundial, sino la formación de un gobierno planetario y la consecuente transformación de los Estados nacionales. La pregunta subsecuente es: ¿Hay un cónclave que este dirigiendo este proceso?