¿Es tan difícil esperar una confirmación? ¿O pesa más la desesperación absurda por querer convertirse en un superhéroe portador de primicias? El paladín de las bombas.
Hagan un ejercicio mental y recuerden todo lo que escucharon en los últimos días sobre una supuesta sorpresa en la “Noche Amarilla”.
Un alto porcentaje hablaba y hasta afirmaba la llegada de un nuevo jugador: Joffre Guerrón, Felipe Caicedo, Walter Ayoví, Juan Román Riquelme... Estos fueron solo algunos de los nombres que, se proclamaba, saldrían por el túnel y harían delirar al estadio. Los trofeos para consagrar la gestión.
Se juntaron también reflexiones que asumían que llegaría un gran artista, hubo quienes dijeron que sus contactos en aeropuertos ya habían visto a Gloria Estefan aterrizar en Guayaquil... sí, escucharon bien, habían visto a la cantante cubana refrescarse con una Tropical Light.
Y atención, estas especulaciones nunca fueron creadas por el club “amarillo”, pero nadie dijo que no disfrutaban del escenario desesperado que tenía la afición y la prensa por conocer la verdad.
¿Quién dijo que la sorpresa es sinónimo de un futbolista nuevo? Denominemos esto como el arte de jugar con las posibilidades.
No decir que sí, tampoco decir que no, así mantengo prendida la ansiedad y adicción que existe por la novelería... Estamos tan afectados por una seria plaga de quienes prefieren la novedad antes que la verdad.
Los que viven en el imperio del insulto exigían que se les dijera “la plena”, que no se ocultara la supuesta sorpresa. Preguntaban una y otra vez, no aceptaban un “no sé” por respuesta, y si dabas esa contestación, de inmediato pasabas a ser considerado miembro de una aldea de Papúa Nueva Guinea, alguien raro que no se aferraba al rol arrogante de quien se pavonea de saber algo más.
Hay que decir algo, cualquier cosa, alimentar la esperanza.
Qué importa que no haya confirmación o nada oficial, es parte del ritual, hay que jactarse de que se sabe algo.
¿Alguien dijo ritual? ¿Saben cuándo surgen los rituales? Cuando se nos acaba lo razonable.
(Dr. House) Capítulo aparte la camisa, hubo ejércitos de quienes aseguraban tener el modelo de la nueva indumentaria de Barcelona, lo afirmaban hasta con rudeza...
Y... ¿qué pasó?.... ¿qué les costaba esperar una confirmación?
¡¡¡Nooooo!!!, difícil tarea para el ecuatoriano, amante del encebollado, las cervezas y, ante todo, de ser sabido.