Prohibido olvidar, que hasta hace pocos años el IESS era una institución no apreciada por los trabajadores, nadie quería pertenecer a ella, debido a su fama de pésima atención en áreas de la salud, maltrato a los clientes, lentos trámites, baja participación en otorgar créditos hipotecarios; el fantasma de la quiebra rondaba permanentemente.
En el actual Gobierno, se ha fortalecido al IESS, aclaradas sus deudas con el Estado, se ha fortalecido financieramente con la mejor recaudación y afiliación a los trabajadores que eran explotados por el mal uso de la tercerización/outsourcing, haciendo productivas sus inversiones de caja, incorporando planes de gestión que hacen eficientes los activos improductivos. Los trámites operativos son cada vez más ágiles y rápidos. Se ha creado el Banco del IESS (Biess), que en forma eficiente ahora administra su propia liquidez; se rompió la corrupción en las colocaciones de inversiones con el sector privado, es ahora un agente de regulación indirecta de las tasas de interés activa y pasiva, ha reactivado la actividad de la construcción financiando viviendas nuevas y usadas, locales comerciales y oficinas para sus afiliados.
Es increíble, cómo hoy, la mayoría de trabajadores desea pertenecer al IESS y gozar de sus servicios de salud, jubilación, en especial los créditos quirografarios e hipotecarios. “Nunca como ahora tener casa propia se ha convertido en realidad para las clases popular y media (trabajadores y profesionales); se ha dinamizado la actividad de la construcción privada, generando empleo, se ha creado sinergia entre el sector público y privado, sin embargo, los agoreros del desastre ya anuncian la “burbuja inmobiliaria”, que se replicará en el país, tal como sucedió en EUA. Nada más irreal, porque las condiciones sociales y económicas son diferentes, no tenemos especulación inmobiliaria en viviendas de segmentos popular y medio, ni exceso de capacidad de compra de los trabajadores, mantenemos un déficit de un millón de viviendas; además, tenemos igual cantidad de trabajadores no afiliados, según estimaciones oficiales.
El éxito alcanzado al volver los trabajadores a confiar en el IESS, y sus servicios de salud han sido tan grandes que han colapsado por la sobredemanda; el Gobierno reconoció la emergencia en la salud y se están implementando los correctivos necesarios.