La observación electoral como mecanismo de fortalecimiento de la democracia en Ecuador
02 de mayo de 2024El ejercicio democrático, en su esencia, representa un hito trascendental en la vida política de cualquier nación. En el caso del Referéndum y Consulta Popular de 2024 en Ecuador, esta premisa convirtió al acto de votar en una manifestación de la voluntad colectiva y en una oportunidad para definir el curso futuro del país.
El proceso electoral ecuatoriano del 21 de abril de 2024 se erigió como un escenario complejo. A pesar de ello, fue un evento marcado por la observación atenta y crítica de organismos nacionales e internacionales, cuya presencia fue fundamental para garantizar la integridad y la legitimidad del proceso. La participación del IRLAB de la UIDE por segundo año consecutivo en la realización de la observación electoral nacional, con una comitiva extensa de estudiantes, docentes investigadores y autoridades académicas, consolidó su compromiso cívico en favor del fortalecimiento de las instituciones democráticas en el país.
Este ejercicio democrático se enfrentó a diversos desafíos. La seguridad, en particular, surgió como una preocupación evidente debido a los lamentables atentados dirigidos contra figuras políticas del país. Estos eventos no solo generaron incertidumbre en torno a la estabilidad del proceso electoral, sino que también suscitaron preguntas sobre el ambiente seguro y propicio para la participación política.
Asimismo, se registraron obstáculos relacionados con el acceso al voto en ciertos territorios del extranjero, como Rusia, Bielorrusia, Israel, Honduras y México, lo que resaltó la necesidad de fortalecer los mecanismos electorales para garantizar la inclusión y representación de todos los ciudadanos.
A pesar de estos desafíos, el Referéndum y Consulta Popular de 2024 en Ecuador constituyeron un paso significativo en el camino hacia la consolidación democrática del país. También sirvió como recordatorio de la importancia de continuar trabajando en la protección y promoción de los principios fundamentales de la democracia, así como en la construcción de instituciones sólidas y transparentes que salvaguarden los derechos y las libertades de todos los ciudadanos. El éxito de la democracia ecuatoriana dependerá de la capacidad del gobierno y la sociedad civil para abordar estos desafíos de manera colaborativa y constructiva, mediante un enfoque inclusivo y participativo.