Estaba claro antes de la consulta popular que el país despreciaba a la asamblea que ha sido cesada por la figura constitucional “muerte cruzada” usada con todo derecho y legitimidad por el Presidente de la República. Sin embargo en las urnas, los ciudadanos se pronunciaron en contra de reducir el número de asambleístas que integran tal poder del estado.
A la vuelta de la esquina, la audaz maniobra politiquera de los peores asambleístas que ha tenido el país en su historia, identificados con un ex presidente fugitivo de la justicia y otros de ese mismo grupo y condición de prófugos, intentaron destituir en un proceso viciado de inconsistencias constitucionales, legales, y dentro de tales procedimentales, al Presidente Constitucional, en la soterrada intención y consigna de cualquiera fuera la defensa que el mandatario hubiere usado y que de hecho uso para defenderse, por el tránsfuga mecanismo consigna de la dictadura del voto, lo hubiesen destituido de todas maneras.
Ya existe precedente en el Ecuador de que la mayoría conciliada en la idea de tumbar al presidente, a uno, declaró loco, para sacarlo como lo sacó y la misma mayoría impidió pese a su acción artera, con otra, el que la Vicepresidenta a quien le correspondía el cargo del cesado, se quede en el cargo para colocar a otro, alumbrado al tenor de la componenda, en acto que fue una burla para la democracia, aunque el presidente cesado, no haya sido del agrado de muchos.
La peor asamblea de la historia creyó que con Lasso podría manipular condiciones similares, y en el juicio político en el que se acusaba al mandatario de peculado, no pudieron presentar una prueba de tal acto, y enfilaron sus baterías de ponzoña, encapsuladas en castellano precario, realmente menos que básico, sus argumentos, sin fundamentos, que solo dejaban ver su intención advertida hasta internacionalmente, de derrocar al gobierno a toda costa, y nada más, fueron veloces, se creyeron sólidos como torres y hasta confundieron cláusulas con “clabsulas”, y ni así se le dio.
En el ajedrez político, ninguno de los gambitos de dama, ni de peones adelantados, ni de torres mal movidas, contó, con que uno de los jugadores, terminaría abruptamente la partida, al amparo de la Constitución y a los interpelantes y asociados, con el reloj de su lado, recibieran jaque mate, “muerte cruzada” que no súbita y pa la casa todos y todas.
Se quedaron con los churos hechos, y desechos, consignas en el armario, mascullando la certeza de que muchos no volverán, por rápidos y furiosos que hayan pretendido ser.
Y el país, lejos de reclamar nada, de temer nada, de ponerse del lado de los cesados, ha respirado aliviado, contento, se ha tomado un time out, y ahora se espera que en las elecciones asumiendo equivocaciones no vuelva a elegir a los peores entre los peores para legisladores, lo que es responsabilidad, si es que algo de eso tienen los partidos políticos de proponer candidatos no corruptos, no aspirantes a pillos, no a quienes quieran llegar, besar el santo y hacerse ricos en el corto plazo. Y es que las matemáticas honestas, por más bien que ganen los asambleístas, no dan para que en el tiempo que tienen para ejercer, de la noche a la mañana transformen patrimonios como tunearse la cara al más puro estilo zombis.
El Ecuador sin ellos, está mejor, que con. Este momento. Ojalá los que sean elegidos, tengan en su magín saberes, lo que algunos de los idos, títulos y todo, no tuvieron, y Dios que sabe más conocerá ¿ cómo lograron títulos? Se ha cumplido la máxima de que los que hacen las leyes o no estudiaron de ellas, o poco les quedó. Cabría también averiguar de los cesados ¿ cuantos proyectos de ley presentaron?, antes de que les den puerta.
Habremos de votar también para elegir al Jefe del Estado, que no de todos los Poderes del Estado, como el que fue y ahora está fugitivo se proclamó. Ojalá que el pueblo que somos todos no los que los populistas, socialistas o comunistas dicen son manipulando el termino, sepa escoger bien, y eso implica, hombres o mujeres sobre todo honestos, preparados, estadistas, no improvisados noveleros, ricachones desocupados, o extremistas zurdos, que quieren igualar para abajo a la mayoría y ellos sacarle tajada al pastel, vivir como burgueses con poder y sino, llegar al poder para ser burgueses y escalar, trepar usando al país como escalera al cielo, al dinero, a cualquier costo.
Los ciudadanos tenemos la oportunidad que nos ha llegado a partir de la “muerte cruzada” dictada por Lasso, de tamizando a los candidatos, escoger al mejor que nos muestre como logrará honestamente, democráticamente : seguridad, paz, crecimiento económico, rebaja de impuestos, incentivo a la producción, trabajo para todos, seguridad social justa, y mantener la dolarización, si es que quiere terminar su periodo. El país esta al borde del abismo, desde los verdes flex, hasta la fecha, ha ido de mal en peor. Y la gente está al borde de reventar. Esperemos mejores días. ALLAH ASÍ LO QUIERA. DE TODAS MANERAS “LA MUERTE CRUZADA” cayó muy bien a la nación entera. A los que no les gustó estaban disfrutando de las mieles del poder.