Publicidad

Ecuador, 05 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Melania Mora Witt

La maleta mexicana

05 de diciembre de 2015

En medio de la vorágine de noticias a nivel mundial y regional, abrimos un paréntesis para regocijar el espíritu con la lectura de libros que captan nuestro interés por su contenido histórico y humanístico.

Tal es el caso de la obra que lleva el título del artículo, de la autoría del periodista y docente mexicano Guillermo Chao. En sus 203 páginas relata la aventura vital de una generación de fotógrafos, que formaron parte en Hungría de un grupo de intelectuales, integrado por Arthur Koestler y Georg Luckács; los cineastas Alexander Korda y Michael Curtiz; los fotógrafos Brassai, André Kereszt y Lazlo Moholy Nagy, el compositor Béla Bartok y “casi la totalidad de la comunidad científica del país”, unida por su posición antifascista. Allí surge un cuarteto conformado por David Seymour, Gerda Taro, Robert Capa y Chiki Weisz -con otros nombres originales-. En París, llegaron a ser famosos y con razón Capa pudo decir su célebre frase: “Para ser buen fotógrafo no basta con tener talento: también se necesita ser húngaro”. Con ellos estuvo el francés Henri Cartier-Bresson.

La historia del grupo se enmarca en los convulsos días del avance alemán sobre Francia en la II Guerra Mundial. Mientras los tres primeros integrantes estaban ya en América, Weisz tuvo que abandonar precipitadamente la capital francesa y trasladarse al sur, sede del gobierno de Vichy, tratando de abandonar el país. Era portador de una pequeña maleta con obra gráfica contenida en 126 rollos y 4.500 negativos, datada en 1938 y correspondientes a las que en los frentes de batalla de la guerra civil española captaron los lentes de Capa, Taro, Seymur y Stein. Al ser apresado, Weisz encargó a un viajero chileno la célebre maleta, que sería recuperada sesenta y siete años más tarde, según el relato de Chao.

Las vicisitudes de ese cargamento se enmarcan en la de los protagonistas de la obra, en la que se entrelazan los nombres del poeta, periodista y diplomático Renato Leduc, de la artista plástica surrealista Leonora Carrington, quien después de un largo periplo -narrado por Elena Poniatowska en su obra con el nombre de la pintora-, se radica en México. Se destaca en el relato el apoyo firme del gobierno del presidente Lázaro Cárdenas a los republicanos españoles y la acogida fraterna a aquellos en tierras mexicanas.

El encargo fotográfico permaneció durante seis decenios en poder de un exembajador de México y fue rescatado, por casualidad, por el cineasta mexicano Benjamín Tarver. Tras muchos intentos de compra por parte de la fundación Capa, los famosos rollos fueron entregados por Tarver. El autor Chao, coincidiendo con el gran fotógrafo español-mexicano Pedro Meyer, señala que esa entrega fue “un proceso más de despojo cultural” y continúa acusando de aquello al “viejo espíritu de colonialismo capitalista”. Los últimos capítulos buscan el rumbo del negativo original de la más famosa toma de Capa, Muerte de un miliciano.

En la obra de Chao se ha capturado el espíritu de una época y, en ella, de personajes relevantes de la cultura mundial. (O)

Contenido externo patrocinado