La contienda política por el control del Estado se polarizó a partir de la aprobación del referendo y consulta popular y se profundizó en beligerancia peligrosa en el inicio de la campaña por el Sí y el No. Por la propuesta democrática del Presidente de la República, se alínean profesionales, organizaciones de trabajadores, obreros, empleados, profesores, indígenas, campesinos, mujeres y todos los pobres del país, identificados con los postulados del Socialismo del siglo XXI que propone cambios en la estructura socioeconómica del Estado en beneficio de los ecuatorianos que poco tienen a carecen de todo. Los grupúsculos políticos y personas ávidas de poder que fungían de progresistas y hasta de revolucionarios se han confabulado en vergonzosa unidad para librar su última batalla, ahora por el No, en su intento por rescatar prebendas.
¿Qué pensarán los pocos militantes que le quedan a la Izquierda Democrática (ID) al contemplar a sus dirigentes confundidos en abrazos con los rivales de ayer, los socialcristianos? ¿Qué dirán los jóvenes comprometidos con el Movimiento Popular Democrático (MPD) al ver a sus conductores de la mano con dirigentes de Sociedad Patriótica, a quienes combatieron por incumplir promesas y aliarse con la oligarquía?
Desde el advenimiento de la República, dentro del enfrentamiento entre esas dos posiciones irreconciliables, la “prensa independiente” y la Iglesia Católica utilizan la palabra impresa y el púlpito para alentar la tesis de la derecha política.
La “prensa privada”, instigadora del crimen de Eloy Alfaro, ahora, en otro ámbito, intensifica su campaña por el No, tergiversando los derechos, exagerando sucesos o concediendo entrevistas a los mismos politicastros que por ofender al país yacen en el desprecio y el olvido. Se han extraviado los principios y fines del periodismo. No hay objetividad en la difusión de las noticias, y en el género de opinión, ciertos articulistas, a nombre de la libertad, ofenden, agreden y trafican con la verdad.
La cúpula y los sacerdotes sueltos consideran un derecho de los creyentes acogerse a los mandatos de la Iglesia Católica. Se apartan de su misión y frente a un imaginario peligro invitan a reflexionar sobre la propuesta presidencial y en forma disimulada invocan el No de la derecha política.
En esta lid del Sí y el No funciona la democracia, aprobar o desaprobar el cuestionario de preguntas planteadas por el Primer Magistrado de la nación, Rafael Correa, con la única finalidad de incorporar cambios en la estructura del Estado y nuevas formas de institucionalidad en beneficio de todos los ecuatorianos.
El 7 de mayo es un momento crucial e histórico. La izquierda y la derecha en su disputa final. El pueblo decidirá en las urnas si avanza por el cambio o se ata al pasado.