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El Telégrafo

La frágil inquietud de la ONU

14 de noviembre de 2011

La inquietud del anuncio del crecimiento de la población del Planeta, a siete mil millones de habitantes, grafica la inequidad existente en el abastecimiento de los recursos básicos, como el agua de la cual carecen mil millones de los habitantes del mundo y de alimentos, sobre lo cual informa la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que son 920 millones las personas que en el mundo sufren de hambre y desnutrición.

A esta situación se suma la amenaza del cambio climático, cuyas consecuencias se advierten en catástrofes como las que originó el huracán Katrina en el país más poderoso del mundo y similares a los sucedidas en países subdesarrollados de América Central.

Sin embargo, la frágil preocupación de la dirigencia mundial por el crecimiento poblacional es anecdótica; se recuerda que al igual que Ban Ki-moon ahora, hace 12 años (1999), el anterior secretario General de la ONU, Kofi Annan, anunciaba el nacimiento del terráqueo seis mil millones, en Sarajevo: Adnan Nevic.    

Este niño, actualmente con sus doce años, vive en la pobreza, con una madre desempleada y un padre enfermo como un símbolo de un mundo sin equidad antes que superpoblado.

La respuesta “lógica” de los países desarrollados para solucionar el déficit del consumo de una población creciente es el incremento de la producción, mediante programas tecnológicos.

La producción sustentable de un cultivo resulta de la energía de las condiciones ecológicas que lo rodean como son la luz, suelo, agua, es decir, de las características naturales de la zona.

Para obtener una mayor producción se deberá recurrir a energía suplementaria, esta se obtiene vía insumos químicos sintéticos o tecnologías consumidoras de combustibles fósiles, cuyo uso significa para el agricultor, subdesarrollado, dependencia y mayor pobreza.

Esto indica la necesidad de investigar prácticas alternativas sostenibles que si bien no logran incrementos extraordinarios de la producción, evitan la contaminación ambiental con modelos de alto consumo de energía.

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