La educación tradicional dio un giro vertiginoso en el mundo entero, debido a la pandemia Covid-19. Esta emergencia, cambió repentinamente el rol de profesores, que además quedará grabado en las mentes de miles de niños, adolescentes y adultos. A través del blog robertocamana.wordpress.com, destacamos los post más comentados.
Primero, “Aplausos para los profesores”, los meses de confinamiento nacieron sentimientos encontrados, marcados por acciones de respaldo, ¡yo aplaudo a los profesores, a pesar de su bajo salario, logran animar a sus estudiantes!, ¡yo aplaudo a los profesores, con todas mis fuerzas!, ¡yo aplaudo a los profesores, por darle a la educación; su lugar que corresponde ante esta época de crisis!
Segundo, “No me bajen el sueldo”, el trabajo docente; fue el más golpeado; por la reducción de sus salarios, a sabiendas; que los profesores realizan actividades académicas y acompañamiento a sus alumnos desde la intimidad de los hogares. No se han hecho esperar expresiones de rechazo; en redes sociales “reconozcan nuestro trabajo dotándonos de internet y recursos tecnológicos gratuitos”.
Tercero, “Las clases virtuales frente al coronavirus”, las clases presenciales suspendidas, no son impedimento, para que cientos de niños y adolescentes paralicen sus actividades académicas; y continúen desde sus hogares con tareas a través del internet. Nos llevó a plantear una pregunta a su debido tiempo, ¿estamos preparados para enseñar clases virtuales?
Cuarto, “Mi primera clase online”, expresión de la profesora Laura Jarrín, que imparte clases en una Unidad Educativa del cantón Patate, en Tungurahua. Continúa sus labores docentes desde su hogar; pero buscó aprender rápidamente cómo manejar un aula virtual, preparar una videoconferencia e interactuar con recursos educativos digitales en el internet.
Finalmente “Efecto de la crisis del coronavirus en los profesores”, la incertidumbre se apoderó de nosotros los profesores cada día, han ido perdiendo gran parte del aprendizaje conseguido en clases presenciales. Este efecto, se comenzó a sentir, en planificaciones que sufrieron retrasos y cambios; por reducción de horas de clases, inasistencia de estudiantes por falta de acceso a internet o por no contar con una computadora. (O)