La educación de los niños y adolescentes talentosos y superdotados (3)

Lamentablemente, en la mayor parte de las sociedades y países,  las poblaciones aprovechan al mínimo las potencialidades humanas y viven de lo que espontáneamente produce la naturaleza, de los bienes naturales que  intercambian y venden  como materias primas, utilizando tecnologías atrasadas y con muy  pocos valores agregados.

Entre esas sociedades se encuentra el Ecuador, a pesar de los importantes esfuerzos que por primera vez  impulsa el gobierno del presidente Rafael Correa, ampliando las oportunidades de estudiar a los jóvenes de menores recursos económicos en las universidades estatales e impulsando fuertemente las posibilidades de hacer estudios de cuarto nivel, en el Ecuador y el extranjero. Sin embargo, la mayoría de los niños, adolescentes y  jóvenes talentosos y superdotados se queda en el camino, por los impedimentos de toda índole (económicos, sociales, culturales y principalmente educativos) que impiden su desarrollo al máximo límite de sus potencialidades.

El proporcionar una adecuada y especializada educación para los niños, adolescentes, jóvenes y adultos superdotados no es un privilegio. Es atender las necesidades especiales de una población, similar a quienes tienen alguna discapacidad (impedimentos en la locomoción, disminuidos intelectuales, trastornos de aprendizaje, no videntes, etc.) y de poblaciones vulnerables (como las embarazadas, la primera infancia, los adultos mayores, los que padecen enfermedades inhabilitantes, etc.). Incluso, en algunos países como España, el defensor del pueblo tiene la obligación de defender los derechos de los niños y adolescentes superdotados.

En algunos países, como Israel, Corea del Sur,  Estados Unidos, Japón, etc., la educación de los niños,  adolescentes y jóvenes  es de primera importancia para el desarrollo y seguridad de los países para alcanzar y mantener la hegemonía mundial en determinadas áreas y temas.

Se requiere urgentemente dar un salto cualitativo con los superdotados de todas las edades en el Ecuador, desde la detección precoz  y  proporcionar los medios adecuados para que tengan una vivienda y hogar seguros, alimentación, transporte, recursos tecnológicos y principalmente oportunidades de estudios para que se puedan aprovechar sus altas dotes intelectuales y que con espíritu creativo contribuyan al desarrollo de si mismo, las comunidades, el Ecuador y la humanidad.