Somos conscientes del envejecimiento de la población, ahora vivimos más y probablemente mejor que antes, sobre todo dados los avances en el campo de la salud que hemos experimentado, así como también la invención de una serie de elementos que facilitan nuestra vida diaria.
Esto se refleja en que estamos activos mucho tiempo después de aquellos años establecidos para el goce de la jubilación, cuando ya se disfruta de una cierta estabilidad económica y es posible deslindarse de tareas como la de crear y sostener una familia, que han sido transferidas a la siguiente generación.
Por ello los economistas y también los estudiosos del mercado han empezado a prestar atención a los hábitos de compra, a los comportamientos de los consumidores, basados en la edad, por lo que cada vez más las campañas de publicidad deben tomar en cuenta a la generación denominada Silver o de Plata, que entran en las categorías mencionadas de tener más recursos y poder invertirlos no solo en lo que necesitan sino en lo que les place.
En el mundo el impacto de la Economía Plateada o Silver Economy, es ya muy importante, y representa un segmento del mercado nada despreciable por volúmenes de compra, por preferencias a la hora de gastar, por lugares frecuentados, por posibilidades de viaje y de placer que tal vez en tiempos anteriores eran postergados.
La economía plateada es una economía y constituye un segmento en crecimiento, y no solamente en Europa o en los Estados Unidos de Norte América, sino a nivel mundial, donde los integrantes de la llamada tercera edad van constituyendo crecientes públicos objetivos a quienes no se puede desestimar o subvalorar.
En América Latina y particularmente en el Ecuador, ya podemos ver que el envejecimiento de la población es una tendencia difícil de revertir y a la que hay que prestarle atención.