El pasado 21 de junio del 2021 Ecuador firmó de nuevo el Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de Otro Estados conocido como CIADI.
Esto desde un punto de vista enteramente de negocio es, en efecto, un paso fundamental para la atracción de inversiones alrededor del globo, pues con esto los contratos de atracción de dinero al Ecuador en forma de inversión, se pueden supeditar a un organismo de resolución de conflictos que no forme parte del sistema jurídico ecuatoriano y, se respalda en una organización seria como el Banco Mundial.
Y es que sí, por donde se lo vea, cualquier inversionista serio protegerá su dinero asegurándose que las proyecciones que hace sobre el rendimiento de este se logren; más aún cuando nuestro país, lamentablemente, ha hecho gala del populismo contractual y algún Presidente, por unos cuantos aplausos, gritaba a todo pulmón la maravillosa idea de terminar unilateralmente contratos suscritos entre nuestro país y una empresa.
La lógica, cuando el representante de una de las partes suscriptoras de un contrato, flagrantemente dice que no va a cumplir lo pactado, desemboca en un litigio inminente y ahí volvemos a leer el contrato donde se acordó como se resolverán este tipo de disputas. Y bueno, nuestro sistema judicial aún nos causa desconfianza a los propios, no se diga a los ajenos.
Es por esto que, la firma de este Convenio alegra a los inversores que aseguran que cualquier problema que llegasen a tener podrán acordar disputarlo en un Foro Internacional, respaldado por el Banco Mundial y donde no quedará duda que el fallo (laudo) será justo, despolitizado, sin arreglos, ni retrasos. Bueno para ellos, malo para la perspectiva de la visión judicial de Ecuador y Latinoamérica.
Estoy seguro que este blindaje litigioso atraerá a más de uno y con esto la visión de ser un país “abierto a los negocios” se hace cada vez más real, estable, técnica y necesaria. Bueno, aún falta la ratificación de nuestros amigos de la Asamblea Nacional para que entre en rigor. Esperemos no existan sorpresas en el Plenario.
Para cerrar esta opinión que no gustará algunos, pero dará esperanza a otros, creo que ya viene siendo hora que veamos con más atención a nuestro sistema judicial que es, sin lugar a dudas, la piedra angular de un país y sociedad equilibrada. Los juzgados especializados en negocios, en conflictos societarios, y todo el mundo de las transacciones debe ser repensada. La velocidad del dinero y la transacción se ve trastocada por la ineficiencia de los Juzgados y tribunales que aún siguen cociendo expedientes físicos, certificando lo evidente, haciéndolo ver como una justicia de medio evo y no una justicia del siglo XXI.
Recordatorio de esta semana, tomando en cuenta esta opinión. Sea justo, acuerde, respete su palabra, cumpla los contratos, pues el empresario prudente que respeta su acuerdo sin haber escrito un contrato tiene como tesoro su palabra, y la palabra, queridos amigos, se cotiza al alza cuando hacemos que valga.