Hace pocos días analizábamos cuál podría ser la tendencia del poderío y fortaleza de cada una de las escuderías participantes en el Campeonato Mundial de Fórmula 1, al iniciar la temporada 2012 con la disputa del Gran Premio de Australia, el pasado domingo; y la verdad es que no estuvimos muy lejos en nuestras predicciones:
McLaren y Red Bull confirmaron que, por lo pronto, son las escuderías más fuertes, pero todos poníamos a Red Bull algo por delante de McLaren y resultó ser al contrario. Sebastian Vettel y Mark Webber, apenas pudieron seguir el ritmo que tanto Jenson Button como Lewis Hamilton implantaron desde el arranque de la carrera, y si no fuera por la neutralización de la competencia que se dio en la vuelta 37 para retirar un Caterham averiado en plena recta principal, que favoreció al actual campeón del mundo para arrebatarle el segundo puesto a Hamilton durante el cambio de neumáticos, seguramente que McLaren hacía el 1-2.
Ahora bien, la segunda sorpresa es que todos esperábamos a Hamilton “dominando” a Button en velocidad pura, más aún luego de que Lewis realizara la “pole position”, pero no, tras la luz verde, Jenson tomó la punta y desde la primera vuelta empezó a dejar atrás al resto del pelotón incluido su coequipero Hamilton para de esta manera ganar con absoluta autoridad y maestría el Gran Premio.
Ni siquiera la neutralización hizo que sus posibilidades de victoria se vieran.
De esta forma, Button logró su undécima tercera victoria en F1 y la tercera en los últimos 4 años en el circuito australiano de Melbourne, que lo vio debutar en la F1 en el año 2000 con Williams. Seguramente, su carrera más recordada es aquella del 2010, por ser su primera como piloto de McLaren, más aún teniendo un compañero de equipo del calibre de Lewis Hamilton.
Para completar la supremacía del tándem de McLaren-BBR, Mark Webber fue cuarto siendo este el mejor resultado alcanzado por el segundo piloto de Red Bull corriendo en casa, frente a su público.
Por otra parte, Mercedes Benz confirmó ser la tercera fuerza aunque esto tiene que reconfirmarlo, pues Lotus-Renault también confirmó que está para ser uno de los 3 mejores equipos. Tanto Romain Grosjean (Lotus) como Michael Schumacher (Mercedes) que largaron desde la segunda fila escoltando a los dos McLaren, debieron abandonar: Grosjean por accidente en la primera vuelta y Schumacher por problemas en la caja de cambios de su bólido cuando era tercero y por delante de Vettel.
El segundo Mercedes conducido por Nico Rosberg también debió abandonar, mientras que el segundo Lotus de Kimi Raikkonen, de regreso a la F1 luego de 2 años de ausencia, finalizó en un meritorio séptimo puesto luego de largar en la posición 17, tras despistarse en la sesión clasificatoria del sábado.
Y para todo esto, ¿qué pasó con los Ferrari? Pues la mítica y más gloriosa escudería de la historia de la F1 fue sin duda la gran decepción del fin de semana, confirmando por su parte lo que ya se veía venir tras las pruebas invernales de pretemporada. Muchos pensaban que los bólidos rojos escondían algo y que iban a estar mejor de lo que se mostraban.
En mi caso personal, estaba claro que todavía no tenían el potencial para ganar carreras, pero reconozco que nunca imaginé ver a Fernando Alonso y sobre todo a Felipe Massa ¡tan mal! No recuerdo la última vez en que los dos Ferrari hayan largado tan atrás en la grilla (Alonso puesto 12 y Massa 16), y si bien a punta de su ya reconocida garra el piloto español logró recuperarse en algo hasta la quinta ubicación final, es evidente que hay mucho trabajo por hacer en los talleres de Maranello para que el nuevo y revolucionario diseño del F-2012 sea realmente competitivo.
Lo de Massa fue paupérrimo, el brasileño otra vez lejos del rendimiento de Alonso y el “pobre” lideando con un auto que castigaba de tal manera los neumáticos que Felipe fue siempre el primero en detenerse en pits a cambiarlo, a más de que tuvo que realizar 3 paradas frente a las 2 de la mayoría antes de chocar con su compatriota Bruno Senna, lo que le significó el abandono.
Quisiera finalizar destacando el gran desempeño que tuvo Williams, sobre todo con el venezolano Pastor Maldonado, que estaba enrumbado hacia un excepcional sexto puesto, de no ser porque perdió el control del auto y se estrelló contra los muros de contención en la ¡mismísima última vuelta de la carrera! Increíble pero esto es muy típico cuando el piloto pierde concentración y se relaja un poco en los compases finales de una competencia, algo que al volante de un F1 se paga muy caro, si no, que lo diga el propio Pastor…
¡Hasta el domingo, en el que se disputará la segunda fecha de la F1, el Gran Premio de Malasia!