Héctor acaba de regresar después de un curso de perfeccionamiento del idioma alemán en Dusseldorf en un programa patrocinado por la DAAD alemana. Este joven que siempre se mostró muy responsable en sus prácticas ha avanzado sustantivamente en su confianza de sí mismo después de esta experiencia fuera del país. Tuvo que manejar un presupuesto, hacerse entender en otro idioma, viajar solo y relacionarse con jóvenes de todo el mundo. Al conversar con él, veo cómo la educación internacional tranforma a las personas y encuentro,una vez más, que el trabajo en la internacionalización de las universidades da frutos importantes, pues promueve la construcción de relaciones y el intercambio de conocimientos entre personas de orígenes muy diferentes. Héctor ya está imbuido de la idea de seguir su carrera en ciencias políticas y negociación internacional en Europa, una vez que haga su tesis y termine su licenciatura.
Mientras tanto, Sara, una pianista del conservatorio –que hizo una carrera en Comunicación en la universidad–, partió esta semana a seguir sus estudioscon una beca del gobierno ruso, en la ciudad de Rostov, a tres horas de la frontera con Ucrania. Quiere regresar después de cuatro años para enseñar música en el Ecuador. Seguro que logrará un futuro brillante y –si persiste en la idea de regresar– será una dedicada profesora y dará un salto enorme en su situación personal. Hasta ahora vendía lo que podía en los pasillos de su facultad para financiarse transporte y alimentación.
Amarilis vino de Madrid en un intercambio de universidad a universidad. Se prendó del país, hizo muchas amistades y farreó en la Mariscal. Estudió en la carrera de Derecho y pudo hacer estudios comparativos de leyes e instituciones. Así podría seguir nombrando muchos estudiantes que vienen y se van, beneficiándose de la movilidad académica. El esfuerzo que hacen les permite adquirir una cultura global, al competir con otros jóvenes del mundo y prepararse para el futuro de forma eficaz para enfentar situaciones profesionales en las que participan personas de diferentes países y culturas. Al realizar estudios en el extranjero los estudiantes logran entender las diferentes culturas y experiencias históricas de otras personas y comunidades, así como apeciar los valores comunes y la humanidad que los unen. Estudiar fuera del país permite también que los estudiantes tengan acceso a profesores y laboratorios de investigación de excelente calidad, que en ocasiones carecen en su propio país.
Los estudiantes ecuatorianos que estudian en nuestro campus se benefician considerablemente de la presencia de estudiantes internacionales que traen sus propias perspectivas y conocimientos al aula. Lo mismo sucede en el diálogo que se establece entre los estudiantes internacionales y los estudiantes ecuatorianos, pues los extranjeros conocen una manera der ver el mundo, unas costumbres y unas maneras de hacer las cosas que antes no conocían. Los intercambios más comunes en los que participan los estudiantes son aquellos de escuelas de verano, semestres en el extranjero, pasantías y programas de vinculación con la sociedad.
La inmensa mayoría de los alumnos que viajan fuera de su país se muestran muy positivos acerca de su experiencia, y consideran que las habilidades adquiridas en sus estudios en el extranjero contribuyen directamente a mejorar su desarrollo personal y su desempeño profesional, así como a lograr más confianza en sus capacidades y a arriesgarse más. La adaptación a comunicarse, vivir y trabajar con personas de otros países, mejora suautonomía y su auto eficacia (como se llama ahora al sentir que puedes cuidarte, dominar tu emociones, sercapaz de alimentarte, vivir y producir en cualquier lugar). Todo ello les da mayor seguridad en ellos mismos.
Volverse cosmopolita hace que los estudiantes promocionen su país y mantengan una red de amigos internacionales a los que conocieron en su estadía en el extranjero. Para algunos, estas amistades y redes dan lugar a trabajos, actividades y visitas en común, que a menudo son de beneficio para el país de origen. Una imagen positiva del Ecuador, su gente y su cultura, son el resultado de un vínculo emocional entre nuestros estudiantes y la gente de los países en donde estudian, ya que apuntalan una diplomacia académica que redunda en una comprensión mayor entre los pueblos. Con frecuencia, esas relaciones logran integrar a los países en lazos académicos, turísticos o de negocios, lo que crea un impacto económico y social positivo para la comunidad ecuatoriana.
La universidad ecuatoriana ha hecho enormes esfuerzos en los últimos años para lograr la internacionalización. Conoce que de ello depende, en gran medida, la excelencia académica que ofrece. Se podría decir que la medida de este factor es un signo crucial de calidad en los rankings. Por ello, ha emprendido una enorme campaña para posicionarse enviando a sus profesores a doctorados en el extranjero, involucrándose en redes internacionales de investigación, creando programas conjuntos de posgrado con doble titulación, intercambiando tecnología de alta gama, fomentando la movilidad docente y estudiantil, mejorando la enseñanza de idiomas extranjeros y empezando a incluir en las mallas curriculares materias y requisitos que exigen la apertura a la globalidad. Todos esos son esfuerzos de la universidad ecuatoriana para ser verdaderamente universal.