El triunfo de Leonardo Iza en las elecciones de la CONAIE, es el espejo de la situación de la radicalización del enfrentamiento y de la confrontación que vive el país. Iza, un líder indígena carismático y paradigmático; dueño de un discurso y oratoria nunca vistos en el movimiento; perteneciente a la aristocracia política y económica indígena; intérprete de canciones protesta, flautista y guitarrista. Puede resultar firme y seductor para las clases desposeídas.
Este líder que, en lugar de estar preso, capitalizó la revuelta de Octubre Rojo en 2019, recibió al nuevo presidente con una declaración de guerra. El enfrentamiento con el nuevo gobierno de Guillermo Lasso es inminente y pone en riesgo la gobernabilidad en el país entero.
En un momento en que se requiere de diálogo y construcción de consensos, irrumpe esta figura prometiendo llevar a las calles la protesta de los sectores menos favorecidos. Algo que no se entiende del movimiento indígena es esa actitud esquizoide. Por un lado, participan de las reglas de juego de la democracia liberal al mantener un bloque mayoritario en la Asamblea Nacional, y por otro, pugnan por conseguir cambios mediante la violencia contra el sistema democrático.
“Haremos de las calles y territorios nuestro campo de resistencia”, fueron las palabras de bienvenida de Leónidas Iza a Guillermo Lasso. Y qué decir acerca de la Presidencia de la Asamblea que está dirigida por una mujer indígena. ¿Acaso los ecuatorianos debemos entender que lo que no logren en los espacios democráticos lo van a imponer por la fuerza en las calles?
Pretenden seguir un modelo que se apega más al dictatorial que al democrático. Ejemplo de ello es el discurso de Leonidas Iza. Este, no cree en el Estado derecho ni en la democracia liberal. Ejemplo de ello es, siguiendo el estilo correísta, ganaron la presidencia con el 65% de delegados utilizando artimañas.
Según el testimonio de la líder Patricia Gualinga, ganaron las elecciones gracias a las artimañas como la manipulación de la organización del evento electo ral hasta el diseño del reglamento de elecciones. Impidieron el ingreso de los delegados de los pueblos indígenas: Sarayaku y el pueblo Cayambi.
Direccionaron los resultados. Desconocieron el acuerdo previo de que debía ser una mujer laque dirija la CONAIE. El panorama se avizora con nubarrones al no ver viable ni factible el diálogo con el gobierno del encuentro. No vemos cómo se puede arribar a acuerdos respecto dos temas fundamentales y urgentes que requiere el país. Nos referimos a la necesidad de lareforma tributaria y la revisión del precio de los combustibles. ¿El país se paralizará?
Por el otro lado de la moneda, también vemos con mucha preocupación que los dueños de los medios de producción no avizoren la necesidad de generar una sociedad más incluyente que comparta en justa proporción sus ingresos mejorando los salarios, generando empleo y cumpliendo sus obligaciones tributarias.
El peso de la crisis debe ser repartido con mayor equidad. De lo contrario, las instrucciones de cómo incendiar un país están siendo redactadas.