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El Telégrafo

Infraestructura factor de crecimiento y competitividad (I): Hidroeléctricas

17 de septiembre de 2012

Antes de entrar a la Comunidad Europea (CE, hoy UE), Portugal y España eran los países más pobres de la CE. Con fondos de ayuda de la UE, los dos países pudieron construir la infraestructura física que contribuyó a su crecimiento y elevación de su nivel de vida (carreteras, puentes, aeropuertos, puertos, telecomunicaciones,  etc.).

En Ecuador este proceso se ha acelerado en el último quinquenio, pero a cargo del Estado. En este artículo analizaremos a las hidroeléctricas.

Los proyectos hidroeléctricos en construcción son varios. El más grande es Coca-Codo-Sinclair, ubicado en Napo, en el Oriente ecuatoriano, generará 1.500 megavatios (MW), con  una inversión de más de 2.000 millones de dólares.

Es construido por la empresa estatal china Sinohydro y financiado por el Exibank de ese país. Solo este proyecto sobrepasará  la producción de energía de la Central de Paute, de 1.075 MW, la mayor del país actualmente.

Le sigue en orden de importancia el proyecto SOPLADORA, localizado en la provincia del Azuay, que proveerá 487 MW, con una inversión de 753 millones, de los cuales el Estado financiará 182 millones de dólares y el saldo lo cubrirá Exibank.

Le sigue en capacidad de generación el proyecto Toachi – Pilatón, localizado en Santo Domingo de los Tsáchilas, que proveerá 253 MW, con una inversión de 240 millones de dólares. Está a cargo de la empresa china CWE. Será financiado en un 76% por el sector público (BIESS y Ministerio de Finanzas) y el saldo por una empresa rusa. En total, 8 proyectos suman  2.764 MW y una inversión de 5.000 millones de dólares. Esto permitirá más que duplicar la generación de electricidad, que pasaría de 3.770 MW a 6.779 MW en 2016.

Estos proyectos permitirán cambiar la matriz energética, al depender menos  de generación térmica que usa diesel, bunker o gas, cambiándola por la hidroeléctrica. Tendremos una menor emisión de dióxido de carbono, que posibilitará un ambiente más limpio, contribuyendo a combatir el cambio climático.

En 2016 la hidroelectricidad generará alrededor del 90% del total de la energía eléctrica del país. Por otro lado, con esta inversión hidroeléctrica el país pasará de ser un país deficitario en la generación de electricidad a uno superavitario,  transformándose de  importador a exportador de energía eléctrica.

El país dejará de importar diesel para la generación de termoelectricidad, que significará significativo ahorro para el sector público. Además, habrá demanda de insumos nacionales e importados, generando alrededor de 15.000 puestos de trabajo calificados y no calificados.

Pero fuera de estas ventajas, se reducirá el costo de kilovatio hora de la energía eléctrica de los sectores industrial, comercial  y residencial, reduciendo los costos empresariales, aumentando su competitividad y, por otro lado, la población gastará menos plata.

Todos estos proyectos están siendo supervisados por el Ministerio Coordinador de los Sectores Estratégicos, a cargo de Jorge Glas que, además de ser ejecutivo pragmático, no solo ha realizado una buena gestión sino  que  ha conseguido financiamiento para éstos.

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