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El Telégrafo
Nancy Bravo de Ramsey

Indígenas en marcha: acoso a policías, violencia y destrucción

25 de agosto de 2015

¿Quién podría creer que se trataba de una manifestación pacífica -así aseguraron que sería-, cuando se presentaron armados con sus lanzas de guerra y de cacería? Tras salir días atrás desde Zamora Chinchipe, la marcha de 800 kilómetros con rumbo a Quito fue realizada por un buen número de indígenas ocupando vehículos, que abandonaban cuando se encontraban cerca de algún pueblo. La intención era llegar a la capital antes del jueves 13 de agosto, fecha en la que, de acuerdo a la convocatoria, debía realizarse el paro nacional. Y en efecto, así sucedió.

El día anterior a la fecha fijada, los indígenas llegaron al parque El Arbolito, en Quito. Desde entonces empezó la violencia, destrucción y acoso sin tregua a los miembros de la Policía Nacional, que son tan del pueblo como lo es el indigenado. Destruyeron las veredas del centro de la capital, convirtiéndolas en piedras para atacar a los gendarmes. A esos proyectiles los manifestantes sumaron palos, las vallas de metal que la Policía instaló a dos cuadras del Palacio de Gobierno para evitar mayores desmanes. Así también, los marchistas ‘pacíficos’ portaban voladores a los que encendían y dirigían contra los uniformados.

Todo un caos que fue en aumento cuando un encapuchado lanzó una bomba molotov a los pies de los gendarmes. De seguro que los miembros de la oposición habrán estado regodeándose de satisfacción mirando estas vergonzantes escenas desde lejos, a través de la televisión. ¿En qué se había convertido la marcha anunciada como ‘pacífica’?

Esta es una página de nuestra historia que nos humilla a todos los ecuatorianos preocupados por la suerte de la nación. Pero ahora vayamos más allá de los sucesos de Quito y recordemos en algo pasajes de violencia e ignominia producidos por el indigenado ecuatoriano bajo el pretexto del paro. Para lograrlo me remito a la infografía publicada por EL TELÉGRAFO, en su edición del sábado pasado.

El 13 de agosto en El Chasqui, provincia de Cotopaxi, los indígenas cierran la Panamericana Sur. Al intentar abrirla, la Policía sufre el fuerte ataque de los marchistas, produciéndose enfrentamientos que dejaron 7 heridos. El 15 de agosto en Logroño, Morona Santiago, 8 militares son heridos al procurar despejar la carretera Logroño-Paso Carreño que había sido interrumpida por manifestantes. El 17 de agosto en Saraguro, Loja, 26 personas quedan heridas -policías y voluntarios-, cuando la fuerza pública intervino para despejar la carretera Cuenca-Loja. En esta misma fecha, un policía fue torturado al haber sido retenido por los indígenas junto con la Jefa Política de Saraguro y al comisario de ese cantón. El 19 de agosto en Dayuma, Orellana, los manifestantes intentan tomarse un pozo petrolero, pero fueron repelidos por la fuerza pública y el personal de seguridad. En esa misma fecha, en Macas, Morona Santiago, un grupo de marchistas intentó tomarse el edificio del Ministerio de Educación, siendo el resultado 8 policías heridos por las lanzas indígenas. El 20 de agosto en Ambatillo, Tungurahua, 30 militares son retenidos por miembros del paro que habían amenazado con tomarse antenas repetidoras.

¿Es esto una manifestación pacífica? Lo que sucede es que los de la oposición, verdaderos vendepatria, utilizan al indigenado que le está haciendo el juego a la derecha. (O)

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