La meta es el propender hacia la mayor inclusión financiera “imposible” (lo posible ya está hecho)”; una de las citas de la entrega anterior. Las razones ya fueron esbozadas. La interrogante planteada: ¿Qué ocurre en el país frente a la región? Veamos:
Utilizaré como referencia la data tratada por Global Findex (la cual, conforme el Banco Mundial (BM), se construye a partir del comportamiento que las personas tienen para con los servicios financieros, mismas que provienen de 144 economías; creada por el BM con apoyo de Gallup, Inc.), construida de modo trianual y con corte a 2017; y una reciente entrevista concedida por la actual Superintendenta de Bancos para Bajo La Lupa EC. Por motivos de espacio y de tiempo, comentaré solo tres indicadores: 1. Acceso (tener una cuenta en el sistema financiero): Chile, 74% (42%, 2011; 63%, 2014); la región, 54% (39%, 2011; 52%, 2014); y Ecuador, 51% (37%, 2011; 46%, 2014). Si frente a la región estamos por debajo del umbral, frente a Chile, en vez de correr hemos caminado lentamente. 2. Uso (hábito del ahorro): Chile, 21% (12%, 2011; 15%, 2014); la región, 13% (10%, 2011; 14%, 2014); y Ecuador, 12% (15%, 2011; 14%, 2014). Y 3. Uso (solicitar préstamos): Chile, 13% (8%, 2011; 16%, 2014); la región, 10% (8%, 2011; 12%, 2014); y Ecuador, 12% (11%, 2011; 13%, 2014). Parecería que internamente tendemos a ahorrar menos, pero “apalancarnos” más. ¿Cómo honro aquello? ¡Señor problema! Sin buscar el desánimo, la Superintendenta reveló que Microscopio Global arrojó resultados para este año, en cuanto al “entorno propio para la inclusión financiera”: de 55 países, estamos en el puesto 26 (en 2008 fuimos 3), enfatizando que es muy alarmante, y más si miramos: Colombia en el puesto 1 (2008, puesto 5) o Perú en el puesto 2 (2008, puesto 1).
¿Cómo mejorar? Avances como normativa en transparencia ya existieron. ¿Suficiente?... (O)