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El Telégrafo
Bernardo Sandoval

Los culpables de destruir al IESS

29 de diciembre de 2019

Simón Bolívar, en la inauguración del Congreso de Angostura, en 1819, expresó la idea de que la seguridad social era indispensable en un gobierno perfecto. Von Bismarck, canciller alemán, en 1883, puso en marcha el primer sistema de seguridad social del mundo moderno. 

En Ecuador, desde 1928, funciona institucionalmente el principio de la seguridad social a través de la Caja de Pensiones. Nadie duda de la indispensabilidad de un sistema de seguridad social que aporte servicios de salud, jubilación, pensión por invalidez y muerte. Nadie duda de que la idea de solidaridad en la que se fundamenta la seguridad social recoge la plausibilidad del beneficio a los más pobres por el aporte de todos.

La seguridad social es un concepto grandioso, un principio loable que traduce en lo social el valor del espíritu humano. Por eso lastima el alma y provoca indignación incontenible el ver que, en el pasado gobierno, la irresponsabilidad de las últimas administraciones del IESS, la infame obsecuencia de legisladores oficialistas y la deplorable actitud de Rafael Correa hayan dado lugar al descalabro del fondo de pensiones del IESS.

En efecto, el que hastiaba con el sonsonete de  “prohibido olvidar”, decía en sus sabatinas que el IESS tenía mucho dinero y que  el Estado no debía aportar, anualmente, el 40% del valor de las pensiones a los jubilados. 

Su Ley de Justicia Laboral dio lugar a que el fondo de pensiones perdiera más de $ 5.500 millones. La segunda barbaridad fue la Resolución 501 que redujo en 39% (de 9,44% a 5,76%) el aporte al fondo de pensiones; finalmente, la tercera aberración fue la desinversión de recursos del IESS para cubrir las obligaciones urgentes.

El conjunto de esas acciones de las “mentes brillantes”, “manos limpias” y “corazones ardientes” fue la pérdida de casi $ 9 mil millones del fondo de pensiones. 

El repudio total y hasta la cárcel es lo que merece la horda de sinvergüenzas. De hecho su condición de prófugos los caracteriza. (O) 

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