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El Telégrafo

Honoris causa para el Vicepresidente

18 de julio de 2011

La Universidad Técnica del Norte (UTN) acaba de otorgar el Doctorado Honoris Causa a Lenín Moreno Garcés, vicepresidente de la República del Ecuador. He tenido el honor de pronunciar el discurso académico para esa investidura.

Me permití hacer una comparación histórica: el 9 de julio de 1925, por intermedio de la Liga Militar, se inició la Revolución Juliana, que instaló dos Juntas provisionales y desde abril de 1926 colocó en la Presidencia al médico Isidro Ayora, quien concretó, de manera definitiva, los ideales julianos.

Los gobiernos julianos (que cabe considerar como los primeros de izquierda en Ecuador) impusieron el interés nacional, acabaron con el dominio “plutocrático” e institucionalizaron las políticas estatales de atención a los trabajadores.

En ese marco, Ayora promovió, por primera vez en la historia ecuatoriana, un amplio programa de acciones para la salud general: direcciones provinciales, mejoras médicas, estadísticas, dispensarios y centros de salud, detección y curación de enfermedades infecto-contagiosas, vacunas, etc. Cabe entender esas políticas precisamente porque el Presidente era médico.

Comparativamente con el presente, desde que en 2007 se inició un nuevo ciclo político en la historia ecuatoriana, no hay gobierno anterior que haya otorgado al gasto social la importancia que hoy tiene, por más que una serie de “analistas” trate de demostrar, con estadísticas manipuladas, que asuntos como pobreza, desempleo, inequidad, etc., han aumentado, lo cual no es cierto.

El ciclo de la política actual es comparable con el juliano. Y en ese marco, por primera vez en la historia se ha llevado adelante en Ecuador una política estatal de atención a los discapacitados, que ahora está reconocida en América Latina, donde varios países han pedido asesoría para repetirla.

El alma de esa política (Misión Manuela Espejo, el programa más exitoso) ha sido el vicepresidente Moreno. Precisamente por tener que llevar su vida dependiente de una silla de ruedas, supo comprender la situación de los discapacitados en el país y a ellos se ha entregado. Por primera vez en nuestra historia, esos discapacitados no son más las personas ocultas y relegadas indefinidamente, que carecían de oportunidades para el trabajo y, sin duda, hasta para vivir con dignidad.

El Ecuador no puede menos que reconocer esa labor. Y por ello la UTN ha acertado en hacerlo, con el Doctorado Honoris Causa para Lenín Moreno Garcés.

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