Con el nombre de Mal de Panamá se conoce a una enfermedad que ataca a algunas variedades de banano, deteriora sus raíces que son afectadas por el hongo el Fusarium, por lo que se llama también Fusariosis. Esta enfermedad causa pérdidas enormes, lo que ocasiona la quiebra de muchos campesinos y también crisis en los sectores que dependen del cultivo de banano y por supuesto de su comercialización.
Hay que recordar que los hongos son seres vivos, probablemente de los más antiguos y resistentes y que, en este caso, fue detectado por primera vez en Panamá y que viene afectando a América Central y a Colombia.
El Fusarium Oxysporum se ha demostrado resistente a los fungicidas, se transmite por el agua y el suelo y ha puesto en riesgo a las plantaciones ecuatorianas, de cuya vigencia depende buena parte de la economía nacional.
Recordemos que el Ecuador sigue siendo el más grande exportador de banano del mundo y que, por lo tanto, mucha gente depende de este cultivo como la fuente y más importante de ingresos; es por ello que las alertas se han prendido en razón de la plaga.
Entendemos que algunas medidas se han tomado; yo puedo certificar que se están entregando volantes en los aeropuertos internacionales del país, pero eso no es suficiente, ya que si el mal se transmite por el agua y por el suelo, hay enormes riesgos de que sea introducido en las suelas de los zapatos de los turistas y visitantes al Ecuador.
El flujo de emigrantes venezolanos y de otras nacionalidades, podría ocasionar también que al cruzar territorio colombiano, en donde ya se ha hecho presente la plaga, se pueda traer este hongo Fusarium, de manera inadvertida en las suelas de los zapatos o en la fruta y los vegetales que por descuido, se suelen introducir en el país.
Habría que recomendar el establecer un cerco epidemiológico, el que se registre cuidadosamente los equipajes de quienes ingresan al territorio nacional y la fumigación de los zapatos de los visitantes, que garantice que no se traiga partículas del hongo que causa tanto daño.
El cuidado debe darse no solo en los aeropuertos y aeronaves, sino también en los pasos terrestres, en los cruces fronterizos que deben ser cuidadosamente revisados para no dejar que la plaga entre al territorio ecuatoriano.
Esta debe ser una causa nacional; mucho está en juego. La economía de pujantes provincias como El Oro, Los Ríos, Guayas, en general la costa ecuatoriana, puede verse gravemente afectada y por ende la del total del país (O)