Publicidad

Ecuador, 07 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Werner Vásquez Von Schoettler

Herencia y plusvalía

01 de junio de 2016

Pasado el tiempo y sin que la oposición haya demostrado que los proyectos de ley afectaban a los sectores populares o a la clase media, ha llegado la hora de que el país avance en los objetivos de mayor equidad social. Pasados los meses se ha demostrado con contundencia que los sectores más pudientes de la sociedad supieron cómo llegar a ciertos sectores de la clase media para que estos asumieran como propia la defensa de intereses, de riquezas que no poseen. Ese logro fue posible con la arremetida de los partidos políticos mediáticos que supieron funcionar con precisión a la hora de recrear una ‘opinión pública’ mediática, escenificada en sus noticieros, en sus presentadores, en sus teleprompter, en sus editoriales y columnas. Recrearon una ficción de marchas, de movilizaciones y de rechazos ‘colectivos’ que nunca cuajaron. Se reconoce que alguna gente salió a protestar convencida de que sería afectada en sus patrimonios; pero ese convencimiento no tenía argumento válido; simplemente fueron usados. Actores políticos claramente identificados pretendieron capitalizar ese malestar, pero el tiro les salió por la culata; peor aún, ahora con lo de los ‘Panama Papers’ y su inmoral comportamiento económico. Los que se jactaron de una ‘victoria’ al lograr que el régimen ‘retirara’ los proyectos de ley se apresuraron a hacer suyo un triunfo inexistente; incluso los llevó a creer que podrían ser socios políticos, antagonistas ideológicos; se reunieron y hablaron de programas de gobierno, de Unidad, etc. Pero, una vez más, se demostraron en su oportunismo. Los proyectos de herencia y plusvalía de ninguna manera afectan a los sectores populares o a la clase media. Afecta -y como debe ser- a los sectores más ricos, pudientes y explotadores de este país que creen, mágicamente, que la riqueza que tienen ha sido producto de su particular esfuerzo; creencia por demás absurda, egoísta e impúdica, que ignora con intención el esfuerzo de los trabajadores en la generación de riqueza, la cual por definición es social. Quienes se oponen a la Ley de Plusvalía son quienes han vivido de especular el suelo, la tierra, la vivienda; de especular con la demanda social por tener un hogar. Son aquellos que viven del rentismo, que para el propio capitalismo es un mal histórico porque no producen nada, y viven a costa de los que necesitan los bienes fundamentales. Los especuladores a todo nivel, algunos autodenominados corredores, agentes de bienes raíces, buscan inflar el mercado, se asocian con bancos de todo tipo; se inventan auges como burbujas, porque bien saben que, en cualquier caso, frente a una necesidad real o inventada, pueden obtener ganancias futuras. La mentalidad rentista es fatal para una sociedad; son ejemplo de evasión tributaria; de fideicomisos, de empresas fantasma; todos los mecanismos para evadir su responsabilidad social. Los proyectos de ley de plusvalía y herencias deben ser aprobados por responsabilidad histórica, no solo con el presente, sino con el futuro del país. Deben ser aprobados por el bienestar de las mayorías; por coherencia ideológica, incluso a pesar de ciertos ‘progresistas’ que buscan rehuir de esta responsabilidad histórica por cálculos políticos coyunturales. (O)

Contenido externo patrocinado