“Sabemos que si los banqueros se hubieran pagado a sí mismos un 10% menos por año entre 2000 y 2007, habrían contado con más capital, alrededor de 50.000 millones más, para hacer frente a la crisis. La cuantía de la descapitalización de nuestros bancos ascendió a 50.000 millones, y esa fue exactamente la cantidad que aportaron los contribuyentes para la estabilización de emergencia de nuestro sistema bancario”.
Esta frase podría corresponder a nuestros inestimables banqueros y la astronómica cifra, a lo que nos costará pagarles su juerga de los años del “boom”. Pero no es así, quizá únicamente porque nadie parece haber hecho esas cuentas sobre el sistema bancario español. El párrafo, en el que solo he omitido dos palabras –”británicos” y “libras” (esterlinas)– corresponde a la página 106 de la obra “Beyond the Crash”, escrita por Gordon Brown, ex primer ministro británico y sin duda el hombre que más sabe sobre la crisis financiera internacional, puesto que fue ministro de Hacienda (Chancellor of the Exchequer) de 1997 a 2007, mientras la City de Londres se sumergía en la vorágine del casino bursátil que acabó hundiendo nuestras economías.
Nuestros más que bien pagados banqueros y economistas jamás hicieron cuentas tan simples y directas como las que nos ofreció Brown, después de dejar el poder, claro. Todo lo contrario; los gestores del presunto “milagro económico español” participaron activamente, tanto en el saqueo del sistema financiero como en el monumental engaño que procuró tapar ese latrocinio. Y no solo hablo de Rodrigo Rato, autoproclamado arquitecto de ese milagro, director del FMI desde 2004 hasta el crash bancario mundial y después artífice del hundimiento absoluto de Bankia, quien al fin y al cabo va a tener que responder ante la justicia, pese al veto de los dos grandes partidos a cualquier investigación del tema.
Otros dos grandes estrategas españoles del desastre financiero, Jaime Caruana y José Viñals, saltaron desde el Banco de España a la dirección de Mercados de Capitales del FMI, y desde allí nos aleccionaron durante años de que teníamos un “sólido” sistema bancario “perfectamente capaz de superar” el estallido de la burbuja inmobiliaria y “apropiadamente capitalizado”. Es decir, todo mentira. Y no, no era solo el Gobierno Zapatero el que sostenía que teníamos el mejor sistema financiero del mundo.
Durante esos años de supuesta bonanza, los principales directivos de las cajas y bancos que hoy hemos tenido que nacionalizar con fondos públicos se embolsaron en torno a 200 millones de euros en retribuciones especiales como recompensa por su espléndida gestión, y en ese tiempo los banqueros españoles se aumentaban sus salarios hasta niveles obscenos. Por ejemplo, el equipo de dirección de Caixa Catalunya se subió el sueldo en un 250% entre 2004 y 2009… y no partían de salarios mileuristas, precisamente.
Después, solo 25 directivos de las entidades intervenidas se han llevado otros 130 millones en indemnizaciones y pensiones extraordinarias, justo mientras se anuncian recortes brutales de las del resto de los ciudadanos para que se pueda pagar el tremendo coste del rescate bancario.
Además, únicamente estamos hablando de los bancos que han tenido que ser intervenidos por el Estado, ya que parece imposible de calcular cuánto se han metido en el bolsillo en total los banqueros españoles desde el año 2000.
Si sumásemos sus sueldos, bonos, blindajes y retribuciones especiales, y les quitásemos únicamente una décima parte de lo que se han llevado a sus cuentas opacas, es más que probable que no tuviéramos que reducir las prestaciones a los parados, ni las pensiones a los jubilados, ni los presupuestos de Sanidad, Educación, Investigación…
Y no solo no se intenta descubrir esas cifras, sino que el Gobierno del PP ha contratado para que audite Bankia ni más ni menos que a Goldman Sachs, la entidad financiera menos presentable del mundo, especializada en engañar a sus propios clientes y responsable en gran parte de la crisis de los derivados tóxicos que nos ha llevado a todos a la ruina. Así que serán los responsables del colapso de las hipotecas basura quienes valorarán cuánto hemos de pagar ahora entre todos para sufragar el desastre que ellos mismos causaron.
Los banqueros secuestraron nuestros ahorros y ahora hay que pagarles el rescate, nos cueste lo que nos cueste.
Tomado de Público.es