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El Telégrafo

Haití y la solidaridad

19 de enero de 2012

Saint Domingue era, a comienzos del siglo XVIII, una de las colonias más ricas del planeta. Era también una sociedad esclavista, cuya riqueza se levantaba sobre las espaldas de los esclavos. En efecto, de los 600.000 habitantes de Saint Domingue, 500.000 eran esclavos.

En 1789 se produce la Revolución Francesa y sus ecos no tardaron en llegar a las colonias del Caribe. En 1791 se da en Saint Domingue una masiva insurrección de esclavos, acompañada de la destrucción de plantaciones y de la eliminación física de numerosos pobladores blancos.

El enviado francés Sonthonax proclama la emancipación de los esclavos en 1793. Esta medida fue ratificada por la Asamblea Francesa en el año 1794.

En el año 1797 Toussaint L’ Ouverture, un ex esclavo que se había destacado entre las huestes rebeldes, es nombrado Gobernador General de Saint Domingue. En el año 1801 proclama la Nueva Constitución, en la cual se elimina cualquier forma de esclavitud y discriminación racial. Toussaint fue hecho prisionero y murió años más tarde en una cárcel de Francia.

Los rebeldes continuaron la lucha al mando de Jean Jacques Dessalines, otro ex esclavo, que proclama la independencia de Saint Domingue, que pasa a llamarse Haití, el 1 de enero de 1804. Se proclamó una República en la cual todos los habitantes fueron considerados ciudadanos sin importar el color de su piel. 
Lo cierto es que los valientes combatientes liderados por Dessalines también aplicaron, en su amada tierra, el mensaje de La Marsellesa: “…A las armas, ciudadanos / formen sus batallones. / ¡Marchemos, marchemos! / Que la sangre impura / ¡inunde nuestros surcos! /… Libertad, Libertad amada / ¡Combate junto a tus defensores!...”.

En el año 1816 Simón Bolívar se dirige hacia Haití en busca de apoyo para su causa. Luego de entregarle armas, dinero y municiones, el presidente Alexander Pétion formuló a Bolívar una sola petición: que los territorios en los que lucharía el “Padre de la Patria”, cuando logren su libertad, supriman la esclavitud de hombres y mujeres de raza negra.

El pasado 12 de enero se cumplieron dos años del devastador terremoto ocurrido en Haití. Fue muy dolorosa la tragedia: 300.000 muertos, 350.000 heridos, 520.000 personas sin techo. En total, 1’500.000 personas fueron afectadas de diversas formas. La altiva y luchadora República de Haití recibió ayuda oportuna por parte del Gobierno del Ecuador, porque a la luz de la historia el pueblo haitiano se lo merece.

La Revolución Ciudadana sabe que la solidaridad es la ternura de los pueblos.

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