En estos días ha tenido cabal realización la COP28, foro en el que participan los Presidentes y Primeros Ministros, quienes a veces delegan esta responsabilidad, pero que nos permiten de alguna manera conocer cómo se encuentra el estado de los compromisos adquiridos en las reuniones previas.
Los discursos son de lo más variados en esta COP28, algunos tratan de llenar el vacío de sus mandantes y todos, también los delegados, hacen gala de su compromiso con las grandes responsabilidades que como países tienen en enfrentar las urgencias del Cambio Climático, sin embargo, muchos de los sesudos discursos se quedan en meras palabras y se olvidan con mucha facilidad los compromisos adquiridos en la euforia de las reuniones.
El gran problema o, mejor los grandes problemas vienen cuando los pueblos pierden la fe en sus autoridades, cuando son testigos de los esfuerzos realizados pero que dejan de lado las ofertas para seguir encauzando a los pueblos de quienes se dicen representantes para caer en la euforia de los
Populismos, que se dedican a obras de relumbrón, que poca o nula incidencia tienen en las vidas de las personas.
Por ello cabe reflexionar en la incidencia directa que tienen las Municipalidades y los gobiernos locales a fin de contar con ese contingente maravilloso a la hora de encaminar soluciones, normas de comportamiento en sus propias comunidades en las que se apela al sentimiento ciudadano, pero también se pueden dictar normativas de obligatorio cumplimiento y de una capacidad de evaluar lo conseguido en relativamente poco tiempo.
De ahí que tengamos más fe en lo que hacen los gobiernos subnacionales que en lo que ejecutan los nacionales, pero también hay que prestar atención a los que los organismos de la sociedad civil pueden hacer con miras a dar cumplimiento a los dictámenes y sugerencias de los Paneles Intergubernamentales sobre el Cambio Climático y a lo que sugieren los científicos del mundo.
De igual manera, vale la pena reflexionar en lo que nos toca hacer a cada uno de los seres humanos en la búsqueda de soluciones que apunten a disminuir la huella que cada uno de nosotros dejamos en nuestro diario accionar. Por ello la referencia a ser responsables y hacer aquello que nos toca ahora, sin dilaciones, con la consciencia clara de que cada aporte vale.