Queridos lectores, me presento ante ustedes con respeto. A partir de hoy escribiré temas vinculados con el quehacer de los Estados desde una perspectiva académica y enfocados en la gestión de las políticas públicas y de la administración de lo público.
Una categoría moderna que se enfoca en la gestión de las políticas públicas es la gobernanza, que proviene del término gobierno, y que tiene varios enfoques dependiendo de su perspectiva.
Según el Banco Mundial, “gobernanza es la manera de cómo el poder es ejercido en la administración de los recursos sociales y económicos de un país, con miras al desarrollo y fortalecer de forma continua las capacidades de planificar, formular, programar políticas y cumplir esas funciones en la ejecución”. También puede ser sinónimo de gobierno, que es el órgano soberano al cual le cabe la conducción de un país y es el centro superior de la administración pública.
Son ocho los componentes para una “buena” gobernanza: Estado de derecho, trasparencia, responsabilidad, orientación por consenso, igualdad e inclusividad, efectividad, eficiencia y rendición de cuentas.
La gobernanza está relacionada a gobiernos que cumplen con sus promesas, con políticas públicas correctas y oportunas, con una organización y coordinación interinstitucional eficiente y que aceptan a la democracia y a la transparencia como ejes de acción.
En la gestión de las políticas públicas se requiere construir redes interinstitucionales que gestionen las políticas públicas. Estas redes rompen la sectorialización, porque en su interacción se generan espacios colaborativos y coordinados entre sectores que parecerían distantes en la gestión del gobierno y que se juntan en un espacio dinámico, con efectividad en el uso de los recursos y en la toma de decisiones.
Un modelo de gobernanza de una política pública del actual gobierno es la política de anticorrupción y transparencia, en donde están envueltas instituciones del Estado de forma colaborativa y coordinada con resultados positivos que son percibidos por la sociedad. Lo ideal es que los gobiernos prioricen la interacción y coordinación de políticas públicas con estrategias colaborativas. (O)