Los medios de comunicación de Ecuador y Colombia dan cuenta de las partes sensibles del acuerdo sobre las aspersiones aéreas con el paquete herbicida que contiene glifosato 44%, cosmoflux 1% y agua 55%, y que generó la demanda ecuatoriana ante La Haya por las afecciones que ellas causaron. Este acuerdo aún no público, genera algunas preocupaciones.
Ecuador, por un lado, se siente satisfecho por haber conseguido que Colombia lamente que las aspersiones hayan llegado ocasionalmente a su territorio, aunque públicamente el país vecino sigue manteniendo la tesis de que el glifosato no hace daño y que lo seguirá utilizando. Esto a pesar de que algunos estudios científicos internacionales y de ambos países muestran que el glifosato es tóxico y daña los genes. Esto significa que se reiniciarán las aspersiones sin involucrar, el primer año, el área de amortiguamiento de 10 km que planteó nuestro país desde un inicio. Luego, si Ecuador demuestra que el paquete herbicida llega a su territorio, se suspenderían las aspersiones, caso contrario ellas continuarán pero reduciendo en 5 km la franja y, si tampoco hay pruebas el segundo año, la franja se reducirá a 2 km. ¿Qué acciones tomará el Ecuador para demostrar científica y técnicamente que no llegó nuevamente el tóxico? Deberían ponerse ya en la zona puestos de investigación, que establezcan una línea de base para las comparaciones.
Colombia siempre sostuvo que el vuelo de las avionetas fumigadoras contra las plantaciones de coca en la frontera no puede ser bajo, por seguridad. Antes lo hacía entre 60 a 100 metros de altura, y ha planteado ahora una altura de 40 metros, con el compromiso de informar al Ecuador el plan de aspersión. Esto también debe certificar nuestro país y estar vigilante de que se cumpla, caso contrario el viento traerá el tóxico. Según los medios colombianos, la empresa de aspersión no proporciona esos detalles.
Las intervenciones que realice Colombia en la frontera deberán informarse al Ecuador y éste a su vez tener argumentos científico-técnicos para cualquier reclamo por escrito. Sin embargo, las partes se abstendrán de iniciar acciones por la misma vía anterior de reclamo, pudiendo solo acudir a un arbitraje internacional.
Estos detalles demandan la necesidad de tener equipo técnico de vigilancia en la zona y permanente investigación de los daños. ¿Como país nos hemos preparado para hacer frente a una eventual agresión tóxica? Esta preparación debe contar con un sustento científico que reforzaría la credibilidad de la comisión ecuatoriana que, según se anunció, se creará para el efecto.