Existen casos que por las condiciones en las que sucedieron, impactan en la colectividad tan fuertemente que se convierten en ejemplos, tanto para el Derecho como para el comportamiento social e individual.
En la práctica, el Derecho modela la conducta social, en gran parte por su capacidad de sancionar; en otra, al mostrar el castigo o la recompensa a la que accede quien cometió el acto; acá vale agregar que la impunidad es una forma de alentar ciertas prácticas que moralmente son reprochables y al no recibir sanción oportuna se perciben como tolerables.
En las Euménides de Esquilo (525 A.C) se relata con gran precisión un proceso de administración de justicia casi contemporáneo, debido en parte a que de Grecia tomamos las bases del sistema de justicia, pero principalmente porque relata la necesidad humana de encontrar sanción justa y reparadora, no solo para los deudos sino también para la sociedad.
La detención de Germán Cáceres es la de una persona que durante mucho tiempo ha salido impune de sus actos, con esto me refiero a llegar borracho a una institución pública,la Escuela Superior de Policía de Pomasqui, donde él era instructor y participaba activamente en la formación de policías, siendo que incluso algunos de ellos pudieron estar en la institución al momento en que se asesinó a María Belén. Acto sellado con el intento de impunidad al buscar ocultar el cuerpo de Bernal, presuntamente ayudado por terceras personas que también serían parte de esa institución por supuesto cuando Cáceres logra salir de la institución pública en la que trabajaba para huir fuera del país.
Frente a la impunidad, el sistema judicial deberá actuar en muchas dimensiones: una jurídica, en la que respete el debido proceso y se aleje de apasionamientos mediáticos; una social, en donde la sentencia se redacte en forma y lenguaje entendible para todos y no solo para los profesionales del derecho; una restaurativa, tanto para las víctimas como para el victimario; y por último, pero no menos importante, una innovadora, que permita la posibilidad de pensar un Ecuador que sanciona la violencia hacia la mujer.
Espero que el proceso contra Cáceres se realice con apego irrestricto al Derecho, que los administradores de justicia dimensionen el rol del Derecho en la sociedad y consideren, por sobre todas las cosas, la memoria y dignidad de María Belén Bernal, su familia directa y la gran familia de mujeres y colectivos que han acogido su lucha como propia. No solamente porque es lo justo, sino porque representa la búsqueda de la justicia que ha sido negada a muchas mujeres que vieron el fin de su vida en manos de sus parejas, en una sociedad que frente a la impunidad ve la violencia contra la mujer como un acto cotidiano y trivial.