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El Telégrafo
Daniel Soto

El futuro no se predice, se construye

08 de abril de 2022

La semana pasada estuve en el Web Congress 2022, organizado por Smart Media, las novedades estaban a la orden del día y no creerán todo lo que vi. Los desarrollos tecnológicos que les voy a mencionar ya existen, están listos para su utilización y son perfectamente válidos para Ecuador.

 

Al llegar al evento que tuvo lugar en el Centro de Convenciones Bicentenario, instalado en el antiguo aeropuerto de Quito, todo era tecnología: códigos QR para presentar empresas, tarjetas de presentación digitales que enviaban los datos de contacto directamente al teléfono inteligente, televisiones por todo lado y una experiencia de grafiti con unas gafas de 3D montada por Smart Media. Las hojas volantes y los afiches eran casi inexistentes. Los stands de los patrocinadores eran una demostración sobrada de posibilidades tecnológicas y uno podía vivirlas en carne y hueso. Hasta el stand más sencillo a la vista sorprendió con el software que ofrecía. Y eso que hasta ahora solo les he hablado de la entrada del evento, las cosas realmente increíbles pasaron en las dos salas de conferencias en donde habían exposiciones simultáneas. La temática en general era tecnología aplicable.

 

Pero no me quiero adelantar, en el show room de servicios, las empresas patrocinadoras no perdieron la oportunidad para dirigirse a posibles clientes. Habían soluciones tecnológicas de todo tipo y yo destaco las siguientes: varios stands especializados en soluciones de marketing digital ofrecían a las empresas la oportunidad de enlazar productos con clientes mediante el uso de tecnologías y automatizaciones, prácticamente las barreras físicas dejaban de ser un problema. Las ofertas de este tipo de servicios iban desde el estudio de mercados digitales hasta softwares que utilizan la inteligencia artificial para analizar la mejor hora y lugar para enviar mensajes programados.

 

Si tienes o trabajas en una empresa que ha automatizado el proceso de ventas, puedes contratar una solución que crea un bot específico para tu empresa, con él tendrás la oportunidad de ofrecer tus productos, cobrar y ordenar la entrega al cliente final, todo a través de un chat anclado a tu propia página Web, con tus propios procesos y reglas.

 

Dos pasos más allá, otra empresa aseguraba que podía recoger los rasgos físicos de una persona y configurar un avatar en 3D, para montarlo dentro de un ambiente digital también en tres dimensiones. El avatar 3d se podía configurar con el bot de atención al cliente del que hablé antes, haciendo que la interacción de las empresas con sus clientes sea más cercana y agradable. Las empresas podían crear experiencias para sus clientes por precios muy accesibles. Eso es lo bueno de la tecnología, con el tiempo se vuelven alcanzables para el bolsillo de muchos.

 

Una de las cosas que mas me sorprendió en el show room fue un servicio ofertado por una empresa ecuatoriana que configuraba el proceso de ventas para empresas e incluía firma electrónica por WhatsApp para darle formalidad a la contratación. Para los que no están al tanto del alcance y validez de una firma electrónica, esto es algo increíblemente revolucionario en el mundo del derecho. En un chat de WhatsApp y por medio de un bot integrado con el Registro Civil, este software permitía a la empresa confirmar la identidad del contratante mediante la identificación de datos biométricos, contrastando una selfie tomada en tiempo real, con la foto que reposa en los archivos del Registro Civil. El bot confirmaba la voluntad del cliente para firmar el documento y automáticamente una firma electrónica se plasmaba en un pdf, el costo de cada firma apenas superaba los 5 dólares.

 

En las salas de conferencia se presentaron varios expositores nacionales e internacionales, hombres, mujeres, hasta una pequeña de 13 años, superdotada de origen manabita, pero residente en Estados Unidos, que contaba cómo construyó un robot que ayudaba a niños con autismo. Una dosis de inspiración única.

 

El metaverso, tik-tokers, youtubers, todos hablaban de conexiones en un mundo digital, ya sea para entretener, vender o enseñar algo. En las conferencias se dijo mucho, pero una cosa me quedó clara: el mundo como lo conocemos está evolucionando, avanza hacia una universo digital y va más rápido de lo que yo pensaba. Casas, terrenos, diseños fotográficos, artículos de colección de lo más ocurridos ya se cotizan en los diferentes universos digitales y cuestan miles, incluso millones de dólares. La incursión de las grandes empresas en esto que parece un juego, ya es un hecho, y de juego tiene poco. Adidas tiene sus propios metros cuadrados en el mundo digital y Pricewaterhause Coopers de Hong Kong (PwC) también compró su parcela, las cifras que pagaron estos gigantes por su pedazo de terreno en el mundo digital, son muy altas.

 

Poco se habló de contratos inteligentes que se soportan en Token No Fungibles o NFT, algo que en el mundo ya está perfectamente establecido para garantizar el cumplimiento de obligaciones contractuales. Sería muy beneficioso para el país lograr este uso de tecnologías para reducir el fraude y el lavado de dinero. Se habló muy poco del tema y es algo que está completamente ligado al derecho civil y comercial.

 

Una vez terminado el frenesí tecnológico, mi mente regresó a la cruda realidad de firmar en ventanilla con bolígrafo de color azul que se sufre en bancos, prestadores de servicios masivos e instituciones públicas. Hubo dos bancos grandes entre los asistentes al congreso en la zona VIP, eso he de reconocer, pero por parte del Estado solo pude ver un par de policías con uniforme sentados en la fila de atrás. No había nadie de ministerios o agencias de control estatal. Ojalá el Consejo de la Judicatura hubiera enviado a alguien, que tanta falta le hace digitalizarse y parece que no lo sabe.

 

Esta experiencia confirmó que para mejorar la vida de las personas no se necesita de ningún gobierno. Su falta de oficiosidad en la evolución tecnológica es de hecho un motor para los innovadores del sector privado, que entran a resolver los problemas que el Estado no ve. Mientras el contrato social se mantiene escondido en las tinieblas del siglo pasado, los emprendedores son quienes arriesgan todo para mover la economía a nuevos mercados, son los únicos capaces de ver el futuro porque lo construyen todos los días.

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