Las responsabilidades del colaborador para conservar su empleo: Comprender que el empleo pleno es escaso, los colaboradores deben ayudarse a sí mismos a conservar sus empleos, iluminándose a la luz de sus virtudes; siendo legales, éticos, morales, competitivos, amables, voluntariosos, confiables, puntuales, honestos, prudentes, agradecidos, esforzándose por satisfacer a los clientes.
Incorporándoles competencias, como la proactividad, polifuncionalidad, empoderados, dispuestos a reaprender, no traer problemas, aportar soluciones, ser más eficientes para reducir sus tiempos y simplificar procesos en las tareas asignadas, asumir más trabajo de calidad dentro de su horario.
Las responsabilidades compartidas entre el Estado y el sector privado: Retomar la modalidad de trueque directo y la triangulación de negocios entre países, mediante los tratados de comercio, produciendo lo que ellos necesitan, bajo sus normas de calidad, en convenios “ganar-ganar”.
El objetivo es que las inversiones en infraestructura y las deudas se paguen con exportaciones de productos nuevos y tradicionales, del sector público y privado. Optimizar las infraestructuras de las industrias similares, trabajando juntas como gremio asociativo, con las mismas normas de calidad, usando la misma “marca blanca”, para exportar o desplazar a competidores extranjeros en el mercado interno.
Trabajar más en la concienciación de consumir y preferir los productos nacionales vs. los extranjeros, lo que evita la salida de divisas por las importaciones y genera más empleos.
Crear un plan de beneficios: Para industrias que generen más empleo trabajando mínimo al 90% de su capacidad instalada, generando 3 turnos de 8 horas, triplicando el empleo.
Profesionalizando la administración, haciendo rentables los activos improductivos, eliminar el recargo del 25% al trabajo nocturno, reducir la participación de utilidades del 15% al 10%, y el Impuesto a la Renta del 25% al 20%.
Además de regular el pago de sueldos y beneficios a familiares, eliminar la descapitalización de las empresas por la vía de préstamos. Privilegiar el empleo en vez del uso excesivo de máquinas o tecnologías de última generación, fomentar el trabajo en casa, el teletrabajo, optimizar la mano de obra de cárceles y correccionales, etc.
El salto a la productividad y competitividad se logrará solo con incentivos y regulación.