Sería imperdonable no referirse a Quino -Joaquín Salvador Lavado Tejón nacido en 1932 y fallecido en días pasados, en Mendoza, Argentina– autor de Mafalda y otros personajes.
Hace poco, Mafalda, la niña más admirada y querida de varias generaciones cumplió 56 años, gracias al ingenio de su creador. Desde su primera publicación en 1954, ya en Buenos Aires, los dibujos de humor de Quino se publicaron en periódicos y revistas del mundo, y así cumplió su sueño.
Esta niña –junto a sus amiguitos Susanita, Felipe, Libertad, Manolito y Miguelito- nos hizo ver la vida desde su propia óptica, con un poder de aprendizaje de filosofía natural, a través del descubrimiento que no todo es verdad lo que nos cuenta el mundo de los adultos.
El ingenio de Quino, por esta razón, traspasó las fronteras; nos invitó a cuestionar y a pensar con sentido común –aquél que falta a mucha gente-, y a vislumbrar cómo es posible vivir con honestidad y bondad.
Y es cierto, porque muchas veces los adultos nos complicamos con asuntos baladíes, insustancialidades y verdades a medias. Mafalda y Quito nos invitaron a filosofar desde la vida. En las siguientes líneas algunas frases famosas recogidas por Forbes: “No envejeces cuando se arruga la piel, sino cuando se arrugan los sueños y esperanzas. Promesas y promesas…Hay gente que lo único que cumple son años. Ya que amarnos los unos a los otros no resulta, ¿por qué no amarnos los otros a los unos? ¿De qué sirve la riqueza en los bolsillos si hay pobreza en la cabeza? No es que esté despeinada, es que mi cabello tiene libertad de expresión. ¿Por dónde hay que empujar a este país para llevarlo adelante? Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, luego es el mundo quien lo cambia a uno. Dicen que el hombre es un animal de costumbres, más bien de costumbre el hombre es un animal. ¿Qué importan los años? La mejor edad de la vida es estar vivos. Y al final, ¿cómo es la cosa? ¿Uno lleva la vida por delante o la vida se lleva por delante a uno?”
Para finalizar, una anécdota. Por muchos años se consideró como la frase más famosa de Mafalda: “Paren el mundo, que me quiero bajar”. El propio Quino aclaró en 2012, según recoge la agencia BBC, que esta frase es apócrifa. “Yo jamás hubiera puesto en boca de Mafalda esa frase, porque Mafalda no quiere que el mundo pare y ella bajarse; ella quiere que el mundo mejore”. (O)
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