Diciembre es así, bullanguero y festivo, se inaugura con las fiestas por la celebración de la fundación española de Quito y no termina sino con la finalización del año.
Claro que el cariz de las fiestas ha cambiado mucho; empezaron los cambios con la supresión de las corridas de toros, que quitaron brillo a los festejos, con la plaza cerrada y muchos de los restaurantes languideciendo y con memorias de las pasadas glorias con el revuelo de los toreros y las galas de los vestidos. Y no es que sea fanática de las corridas, pero eran parte de la tradición quiteña decembrina.
Nunca, nadie pudo imaginar sin embargo, que la navidad y el año viejo la pasaríamos todavía en medio de las preocupaciones que la pandemia trae, con la imposibilidad de hacer reuniones grandes, sin la algarabía de las calles y las ventas y hasta con el miedo de las familias a reunirse.
Estas circunstancias deben mirarse, dentro de lo posible, como una oportunidad para recuperar el verdadero sentido de la navidad, dejando de lado la algarabía y el ruido, pensar en esta época como una de recogimiento, de gozo interno, pero sobre todo de solidaridad y de pensamiento en los otros, en quienes no tienen, en la gente que ha perdido mucho, sobre todo la posibilidad de trabajar, en las familias carentes, en un mundo en franco riesgo de colapso.
Por ahí, tal vez, deben ir nuestras reflexiones y preocupaciones, nuestros pensamientos y accionar solidarios, que tienen mucho que ver con la esencia de la navidad.
Estas fechas con canciones, con melodías especiales, con olores y sabores que nos traen a la mente los recuerdos de navidades pasadas, pueden llenarse de la alegría del compartir, del saber que nuestras acciones ayudan a que otras personas tengan un espacio para la alegría y para el bienestar.
La propuesta es por una navidad solidaria, por la sensación de que podemos hacer algo para cambiar los destinos de los otros, para disfrutar de lo sencillo, de la tranquilidad de los hogares y del placer que da consciencia de que hacemos lo que está bien, lo correcto. (O)